4 capítulo

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Habla Adrián
Camino con un paso apretado hasta que llego a casa y en cuanto entro me encuentro con la amarga sorpresa de que lo que fue mi hogar está totalmente vacío.
Busco aleatoriamente entre los pasillos y las dos habitaciones que están totalmente vacías, en cuanto llego a mi habitación veo que es la única que conserva sus antiguos objetos, pero noto algo nuevo sobre la cama, es una carta.
La levanto con lentitud, preparándome para lo peor, finalmente la empiezo a leer:
Querido Adrián
Sé que esto que estás a punto de leer va a ser muy duro, sin embargo siempre fuiste muy fuerte y espero que tengas el coraje que siempre vi en tí.Como madre siempre te quise y te adore con todo mi corazón, por eso quiero que sepas lo que desde un principio tenías que saber.
Un día en una calle del barrio estábamos caminando con tu padre y encontramos una pequeña caja  bastante curiosa, en cuanto la abrimos estabas ahí, parecías tan indefenso e inofensivo que quisimos quedarnos contigo al instante, sin embargo en encima de la pequeña manta que te cubría encontramos el diamante o lo que sea eso que tienes puesto en este momento, no le hicimos mucho caso pero siempre quisimos que lo ocultarlas por si significaba algo extraño, bueno, después hicimos todos los papeleos que nos pusieron a hacer y finalmente nos dieron tu custodia. Siempre fuiste un gran hijo, pero estamos atravesando la guerra entre ángeles y demonios, por lo tanto y para mi pesar, no podremos seguir cuidando de tí, te ruego que consigas un empleo en el Palacio del próximo gobernante y te imploro que te cuides mucho. Aunque me cueste decirte adiós sé que estarás bien, eres fuerte e inteligente, se que estarás plenamente bien. Te ama:

Mamá.

Doblo la carta con cuidado y me quedo parpadeando, pensando en cada palabra, y buscando significados. Después de un rato despierto de mi perplejidad.
Tengo ganas de gritar, caminar, correr, no se, cualquier cosa para no tener que pensar en tal cosa. Por qué me pasa esto a mi?, La rabia y el dolor me inundan, se mueven en mi como gusanos asquerosos que se desprenden de algunas sustancias  y liberan esos sentimientos tan asquerosos como ellos mismos.
Qué se supone que debo hacer ahora?
Cómo se supone que debo actuar?
Debo ir y largarme a descargar cada una de mis energías? O como una persona "sensata" dentro de su propio juicio debería ir y seguir mi camino?
Qué se supone que debo hacer?
Me decido por actuar porque el tiempo no es justo y en ocasiones ni siquiera ayuda, recojo todo lo indispensable y lo guardo en mi mochila, salgo por la puerta de... Mi casa, diciendo un pequeño adiós y también un gracias, por qué? No tengo la más mínima idea.
Finalmente salgo a correr hacia el bosque para perderme allí mismo.

Básicamente debo decir que este capítulo a pesar de ser corto es bastante complicado por el hecho de ver tantos sentimientos que en algún momento nos han visitado y no precisamente de esta manera si no de cualquier modo que a la vida se le ocurra. En algún momento nos sentimos perdidos, angustiados y tal vez hasta destrozados, por ello escribí este capítulo. Espero que les guste a aquellos que se sientan aludidos.

~Gabriela~

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