Hominum

Capítulo 9

Habla Katherine
Sigo pensando. Simplemente pensando, en todo y en nada al mismo tiempo. Como si mi mente estuviese en un universo paralelo mientras mi cuerpo se mantiene en este mundo.
Luego de toparme con Rosalía, mi mente guardaba un sentimiento bastante agridulce.
Rosalía, fue por un tiempo mi mejor amiga, o por lo menos yo la consideraba mi "mejor amiga", cuando en realidad me dí cuenta de lo equivocada que estaba no hacía más que lamentar todos los secretos que le había dicho, confiando en que jamás diría nada, confíe en ella, confíe que nunca me haría daño por el hecho de ser mi mejor amiga, pero la inmadurez le ganó; Rosalía le dijo a mi padre que yo estaba enamorada y que me iba a ir del castillo en cuanto llegara el momento de la batalla.
Pero lo cierto es que yo jamás estuve enamorada, yo solo quería que dejase a ese chico en paz porque el me había dicho que le incomodaba que Rosalía lo acompañara a todos lados y cuando se lo dije a mi amiga ella distorsionando mis palabras, cambió la historia e incluso le agrego más de lo que la creí capáz.
Descubrí lo hipócrita que era ella, vi su otro lado, cuando pensaba que ya la conocía.
Al recordarlo mis ojos se empezaron a nublar por las lagrimas, pero no dejé que salieran, la debilidad no es propia de los demonios.
"nunca se podrá ser valiente si nunca llegas a conocer el miedo"
Ese pensamiento me inundó y dejé de darle vueltas a las cosas porque de algún modo sabía que esa frase era real y que aplicaba para todos los seres de cada planeta. Entonces, me llegó una idea, ¿y sí... le preguntaba a Rosalía por qué me hizo tanto daño, sin razón aparente?
Bueno, esa idea sonaba más bien como una misión imposible, ya que ella siempre me evitaba, sin contar que no quiero afrontarlo, le tengo miedo a esa respuesta que me pueda dar, pero gracias a ese miedo podría demostrarme a mí misma que soy valiente...
Sin embargo no me doy más tiempo para pensarlo y salgo por la puerta de mi habitación color marfil con las piernas temblando a cada paso.
A medio camino la encuentro, nos miramos a los ojos, ella con algo de resentimiento y yo con una pizca de tristeza. Cuando intento abrir la boca para hablar, Rosalía da un paso adelante y pienso que me va a abrazar como cuando eramos amigas, en cambio ella me rodea y me empuja con el hombro al pasar y sin poder procesar todo con rapidez mis pensamientos y mi cuerpo quedan vacíos.
Para cuando me doy la vuelta para llamarla alguien se atraviesa en mi camino.
Mi padre.

~Gabriela~