Entraron en el comedor en silencio, Lex se sentó tiritando en una de las butacas, tenia frio y se sentía febril
Lucas daba vueltas a su alrededor con las manos en la cintura intentando buscar las palabras adecuadas para no provocar una nueva discusión con la joven.
- Me puedes decir, ahora que estamos solos en casa, que demonios te ha pasado?
- Es que no tienes ojos?- Lex hablaba por instinto, la presión de su cabeza aumentaba a cada palabra
- Si tengo ojos y Nico también, aunque casi se los sacas esta noche
- Vaya… no sabía que erais tan amigos que ya la llamas por su diminutivo
- Pero qué te pasa, te molesta todo?
- Si me molesta!- grito levantándose con fuerza- me molesta que otras te miren!, me atormenta la idea que puedan tocarte, besarte
- No sabes lo que dices
- No, no lo sé, no sé nada!- se acercó hacia él insegura, todo le daba vueltas- lo único que pienso es que te puedo perder, que puede venir cualquier chica fácil y apartarte de mi lado!
- No digas sandeces Lex, te repito que solo es a ti a quien quiero!
- Por eso me amenazas con dejarme!- tuvo que apoyarse en el margen del sofá con las rodillas.
- Si al entrar de nuevo al club Nico te provoca de nuevo, júrame que no la hubieses dado caza
- Como si de una liebre se tratase
- Lex- dijo acercándose- no quiero una chica fácil, te quiero a ti.
- Pues aquí me tienes!- intento desabrocharse la camisa- es esto lo que quieres de mi? Eh? Es esto…!
- Para, ahora no, así no…
Lucas intentó retenerla, quería que la primera vez de Lex fuese maravillosa, esa no era la situación idílica que planeaba en secreto. Al entrar en contacto con sus manos noto el calor que despedía su cuerpo, su frente estaba perlada por el sudor y era evidente que hacia un gran esfuerzo por mantenerse en pie.
- Lex… tu piel….- susurro asustado si dejar de mirar sus brazos- estas ardiendo Lex..
- Suéltame… siempre excusas, dices de todo por no tocarme
- No te muevas- dijo mientras le tocaba la frente con el dorso de la mano- Dios mío, debes estar por lo menos a 40º de fiebre, vamos a tu habitación, tienes que descansar!
- Jajaja! – se rió mientras le daba la espalda- estoy cansada de dormir!
- Lex…
- Me vas a gastar el nombre, que pas…….
Todo empezó a dar vueltas, de pronto, notó no ser dueña de su cuerpo, Lucas la llamaba pero estaba lejos, un susurro, cerró los ojos y se dejó llevar.
Lucas, al notar que perdía el equilibrio la cogió en brazos, Lex se había desmayado a causa de la fiebre. Subió lo más rápido que pudo las escaleras con ella en brazos.
- Lex me oyes?- decía asustado- tengo que bajarle la fiebre como sea!
La dejo con cuidado en su cama mientras corrió al baño para abrir la ducha.
- Ni fría ni caliente- susurraba agitado- debe estar templada
Cuando encontró la temperatura adecuada se dirigió hacia Lex, empezó a desnudarla, al acabar, el también se quitó la ropa.
- Bueno- dijo peleándose con los vaqueros- me tendré que duchar contigo, no es lo que tenía planeado para esta noche… pero ya ves, las cosas siempre nos salen al revés.
La cogió con delicadeza recostándola sobre su pecho y se dirigió al baño, el vapor del agua había entelado el espejo, Lucas pensó que quizás estaba muy caliente y entro primero.
- Perfecta- dijo cogiendo aire- venga cariño, nos vamos a dar un baño relajante…
Lucas se sentó en el suelo de madera de la ducha con Lex en brazos, las lágrimas resbalaban por su rostro fundiéndose con el agua.
- Ha sido mi culpa- dijo mordiéndose el labio- Lex si te pasa algo yo… yo- La abrazó con fuerza enterrando la cabeza en su cuello
El tiempo pasó tan lentamente que Lucas creyó morir exasperado, al notar la piel de Lex menos febril salió de la ducha envolviéndola en una toalla, con delicadeza iba secándola mientras se lamentaba una y mil veces por lo sucedido.
- Bueno- le susurro mientras el turno de secado le llegaba- ahora me voy a disponer a dormir a tu lado, si te soy sincero sí que tenía en mente acabar la velada de esta manera, salvo por qué estás inconsciente gracias a mi orgullo.
Lucas entro en la cama y la abrazó por la espalda, su cuerpo tenia ahora una temperatura cálida y agradable, Lex respiraba tranquila mientras se acurrucaba entre sus brazos. Al rato, el joven cerró los ojos extenuado por lo sucedido. En el último momento de consciencia le susurro al oído
- Te amo sin saber cómo, ni cuando, ni de donde. Te amo. Directamente, sin problemas, ni orgullo. Así te amo, porque no se amar de otra manera. Tan cerca, que tu mano sobre mi pecho es mi mano. Tan cerca, que se cierran tus ojos con mi sueño
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Te protegeré siempre
Storie d'amoreLex tiene 19 años, no es solo muy bella sino que posee una gran inteligencia todo seria perfecto si no fuese por el nuevo estudiante de curso y por que su padre se empeña en que vaya escoltada contra su voluntad , poco a poco descubrirá que el odio...