Capitulo 1: Nuevo comienzo

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El entrar a el instituto Llitares me da un poco de nervios, he trabajado mucho por esto, pero valió la pena el esfuerzo hecho. Las mayor satisfacción, es que fue mi propio mérito, sin percutir, con la ayuda de los demás.
Mi periodo de secundaria, fue una gran etapa para mi, tuve muy buenas experiencias y buenos amigos que he dejado de ver.
Pero mamá, siempre me decía que eso tarde o temprano, tenía que pasar. Nada es para siempre.

Bueno, creo que no saben muy bien quien soy, me llamo Tania Bassi Estrada, tengo 16 años, los he cumplido apenas en Octubre, soy alguien empedernida, bueno, así me podría considerar yo.
También inteligente y dedicada, por esa misma razón conseguí una beca en el Instituto, algo que no pienso desaprovechar. 

Después de todas las vacaciones descansando y estar estudiando un poco para no atrasarme, llego el esperado día. Todo estaba preparado, lo mas importante, era entrar a esa escuela y demostrar, porque me había ganado un lugar ahí.

Me levante muy temprano, no era para más, no pude conciliar el sueño en toda la noche, los escenarios y nuevas personas por conocer; me estaban azotando.
Seguramente, tendré unas enormes ojeras de oso panda que tendré que cubrir con maquillaje.

Me levante de la cama después de unos minutos, o mas bien, salte de la superficie blanda, tome una ducha, muy relajante, destensando mis músculos. Seque mi cabello con el secador, y lo deje suelto, me vestí con unos skiny jeans negros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra, junto con unas botas.
Tuve que maquillarme, ya que la cara de que no había dormido en horas, se notaba a dos kilómetros de distancia, literalmente.

Una vez lista y satisfecha por mi apariencia, salí de habitación con mi mochila al hombro, baje a la planta baja de mi casa.
Mamá estaba en la mesa de la cocina con una taza de café humeante, que podía oler a los pasos de distancia que estaba.

Camine un poco en dirección a ella, mirando el reloj en la pared, eran las 6:12 a.m, me daba tiempo de desayunar antes de comenzar mi primer día de clases.
Pase atrás de mi madre y le di un beso en la mejilla.

-Buenos días mamá. -la salude animada.

-Buenos días amor, ¿lista para tu primer día?

-Claro que si.-tome de mi vaso de leche, ya que no tomo café.- Aunque ya sabes que los nervios me traicionan.

-Hija, todo saldrá bien, ya lo veras.

El tiempo se fue como rayo, el desayuno se me fue rapidísimo, me quedaban 20 minutos para llegar a clases, mi primer día y ya iba tarde.
Salí casi corriendo de mi casa.
Tome el autobús en dirección al instituto, que quedaba a unas cuadras de mi hogar.
No había tránsito, así que fue rápido el recorrido.

Cuando llegue mi boca se abrió en "o", me impresione mucho; la preparatoria estaba enorme, no me creí que estaba ahí. Si la había visto de lejos, pero nunca me imagine que sería gigante, ya mi mente, montaba lo que sería por dentro.
Entre, y lo primero que hice fue buscar mi salón de clases.

Estaba más perdida que nada ahí dentro, miraba a todos lados; chicos y chicas de diferentes edades, entre 16 a 19 años, iban a de un lado a otro hacía sus clases correspondientes.

Busque el mentado salón, donde estaba mi grupo el  C-33, por todas partes, hasta que entre en un pasillo, en la planta alta del Instituto, en la primera puerta a la derecha estaba la placa C-33, reposando, arriba del rectángulo de acero .

 You Make Me Strong (The Love Is Danger) |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora