-¿No has visto a Alejandro?, no lo encuentro por ninguna parte. -le pregunte a un amigo de él, me estaba frustrando la idea de no saber de él desde el viernes.
-No, salió del salón y no se a donde fue. -me responde el chico de ojos marrones.
-Esta bien, gracias. -me despido, forzando una sonrisa y salgo del salón.
Me dirijo hacía la cafetería, otra vez comeré sola ya que el que se dice ser mi "novio" no estará para acompañarme.
Y no quiero hacer mal tercio con Romeo y Mónica.Cuando entro, camino hacía donde dan los almuerzos. Elijo mis alimentos y voy hacía una mesa.
Me siento y comienzo a comer. Mientras picoteo de mi ensalada, me hundo en un remolino de pensamientos, haciéndome preguntas que absolutamente nadie va a responder.¿Por qué se comporta así?
¿Acaso ya no me quiere?
¿Hice algo malo?
O sera que encontró a alguien más, no, no y ¡no!, el no puede hacerme esto.
Sigo tratando de averiguar esa incógnita pero no llego a la conclusión.
Mientras sigo pensando, y me frustro por no tener el valor de solucionar las cosas, recibo un empujón haciendo que mis costillas se golpearan contra la mesa y que mi tenedor plástico cayera al suelo.Volteó a mi lado izquierdo para encontrar la razón de mi "accidente", sólo me basta mirar ese exagerado meneo de caderas para saber que la chica mas popular del Instituto ha sido la que me ha empujado.
-¡¿Te puedes fijar donde vas?! -reclamó, enojada y adolorida a la vez.
Ella gira la cabeza, para mirarme con cinismo, y a la vez aparentemente ofendida.
-Oh, lo siento, cariño. Solo es que estorbabas en mi camino y no había espacio para pasar. -no quitaba esa estúpida actitud de altivez, oficialmente esta chica era una completa perra.
-¿Disculpa?, ¡tu debes estar demasiado gorda para no caber en el espacio que hay! -exclame con furia, a lo que todos las miradas de los alumnos se fijaron en lo que estaba pasando. Y un enorme murmullo se escucho por parte de los presentes.
Estaba muy enojada, la furia me recorría el torrente sanguíneo y seguramente estaría toda roja de coraje. Odiaba a la gente que se cree superior a los demás solo por el estatus social. Y yo me encargaría de bajarle los humos a la rubia teñida que estaba frente a mi.
-No tienes ningún derecho de hablarme así, maldita pobretona. -me apuntó con su escuálido dedo.
Y eso fue lo suficiente para que me abalanzara sobre ella tomándola por el cabello. Sin importarme en el como estaba perdiendo los estribos.
Sus agudos gritos se escuchaban por toda la cafetería; mientras que ella también me tomaba por el cabello, mis dedos se enredaban en sus cabellos, quería arrancarle toda su melena perfecta.Perdimos el equilibrio, y ella cayó encima de mi. Mi espalda recibió un fuerte impacto, solté un gemido adolorido, de esto se aprovechó Olivia ya que trató de rasguñarme el rostro con sus largas uñas, a como dio lugar me protegí con mis manos.
Hasta que la separaron de mi, ya que alguien la había tomado por la cintura.
Me levante del piso, nuevamente trate abalanzarme sobre ella, pero un brazo rodeandome la cintura me lo impidió.
-¡Sueltame! -reclamé sin saber quien me estaba sujetando.
-¡No sabes con quien te acabas de meter!, ¡me las vas a pagar! -me amenazo la rubia, forcejeando con Raúl, él había sido el que me la había quitado de encima.
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You Make Me Strong (The Love Is Danger) |EN EDICIÓN|
Fiksi Remaja||HISTORIA EN EDICIÓN|| El pasado tormentoso con errores de por medio de sus padres, hacen que su relación no sea de todo normal, sino llena de mentiras y peligro. Y en un secreto que les permitirá estar juntos. Tania y Raúl tendrá que mantenerse f...