Había estallado en carcajadas sin razones. Estaba riéndose de mí.
-¿Qué es lo gracioso? -me crucé de brazos y este no paró. -Oh, vamos.
-Acabas de llamarme Playboy. -contestó más calmado. Rodeé los ojos y este sonrió. -Eso quiere decir que...
-Ni siquiera me llamas. -se quejó Winter al otro lado del teléfono.
-He estado ocupada.
-Siempre estás con esos chicos. Nunca conmigo. -largó un suspiro.
-Winter, prometo que te invitaré a casa y escucharemos The arctic Monkeys mientras comemos pop dulce.
-Bien. -cortó la llamada y enseguida Luke entró a mi habitación.
Se sentó a mi lado y colocó una mano en mi muslo.
-¿Qué carajos haces? -pregunté dubitativa.
-Saldré con los chicos. -cambió de tema.
-¿Debería interesarme? -arqueé una ceja y este sonrió.
-Solo si quieres venir. Les has caído muy bien a todos. En especial a Mike. -reí cuando dijo lo de Mike.
-¿A dónde irán?
-Deja de preguntar. ¿Te sumas o no?
¿Hacer tarea y escuchar cómo Winter se queja o irme con Luke y sus amigos?
La segunda opción.
Le dije a Luke que iría y este se largó de mi habitación diciendo que nos recogerían en un par de minutos.
Cambié mi ropa por otra y maquillé un poco mis ojos.
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***
Cuando Luke dijo que íbamos a salir, me imaginé algo más escandaloso. Pero no.
Solo estábamos sentados en un bar en una extensa mesa donde cabíamos todos. Y hablaban de sus gustos.
Sobre películas e historias de su pasado.
Los ocho chicos eran muy simpáticos.
Ben, Mike, Park, Ollie, Jason, Peter, Gale y bueno, Ronan.
-AMO EL QUESO. -gritó Ollie.
-Amo el fernet. -gritó Gale.
-Amo las palomitas. -grité sonriendo y todos me miraron atónitos- ¿Qué? ¿Ustedes pueden decir las cosas que aman y yo no?
Y la mesa estalló en risas.
El bar tenía la música a tope y muchos de los chicos se habían ido a ligar con las chicas.
Y pues, yo solo estaba comiendo :3
Hasta que Mike llegó y me obligó a ir a la pista de baile.
-Porque quiere una vida, vida tranquila. Con sus amigas le gusta bailar...-cantábamos con Mike y me puse de espaldas contra su pecho mientras bailaba.
-Kat, eres preciosa. ¿Lo sabías? -relamió sus labios Mike.
Entonces sentí un jaleo a un lado contrario y Ronan me sostuvo contra su pecho.
-Te he robado tu ligada. Ahora vete. -le habló Ronan a Mike y este se fue sin antes reírse.
-Mike no se veía tan mal. No se veía como...-me interrumpió.
-¿Un playboy? -preguntó tomando mi cintura al ritmo de la música. Puse los ojos en blanco y este rió. -Te aseguro que Mike es una persona genial. Pero es un dios en el sexo. Pensé que no te gustaba eso.
-¿El sexo?
-Quizá. -respondió y me dio una vuelta.
-No soy una monja. -repliqué.
-Pues yo no soy un Playboy.
-Cierra la boca, Ronan. -mordí mi labio inferior.
-Pues ayúdame a cerrarla. -paró de moverse y me obligó a hacerlo.
La música ya no parecía la principal en el bar. En ese momento solo podía escuchar la respiración de Ronan.
Sentía sus manos al final de mi espalda e hice una mueca ante su comentario.
Joder, que Ronan estaba bueno.
Pero todos los Playboys lo estaban. O la mayoría. Como el idiota de Nate.
-Por esas razones eres un PlayBoy. -le pellizque la nariz y este gimió de dolor.
LECTORES/AS
ESTUVE ESCRIBIENDO ESTO MIENTRAS VEÍA TERREMOTO: LA FALLA DE SAN ANDRÉS.
Y JODER QUE FUE EMOCIONANTE
LLORÉ COMO UNA DESQUICIADA PORQUE BUENO... NO HARÉ SPOILER POR LAS DUDAS
