Definitivamente me gustaba él.
Me gustaba Ronan.
Su estúpida manera de callarme con sus comentarios, los que bajaban mi orgullo.
Y era cierto, lo había perdido todo.
Mi padre -en partes -, Mi madre y mi orgullo.
Si confiaba en alguien aquí, era en Ronan, Luke y Winter.
Pero Ronan era superior a todos.
Confiaba plenamente en él.
-Bien, ¿Así que saldrán a comer esta tarde? -preguntó Winter mientras intentábamos trabajar en matemáticas.
Asentí.
-¿Y qué son?
Odio esas preguntas.
No quiero ser de esas chicas que pasan preguntándose eso.
-No lo sé, pero no me interesa -respondí.
Winter me quitó el trabajo al alcance de mi vista.
-¡Oye! ¡Por una vez en la vida entiendo algo en matemáticas y tu no me dejas verlo!
Winter soltó una carcajada.
-Eres una tonta -me insultó -Si en verdad te gustase Ronan, ¡Te importaría eso!
-Que me guste Ronan no significa que esté enamorada -protesté.
-Pero, ¿Estás interesada en él?
-Me interesa verlo bien -respondí -Oh, vamos.
-¿Sigues pensando que es un Playboy? No puedes seguirle juzgando cuando te ha tratado tan bien este tiempo.
-No sé, ¿Sí? -miré hacia donde estaba Ronan -No sé qué es lo que ocurre.
-¿Qué sientes?
-Me gusta Ronan en plan: Salir, comer, dormir..-me interrumpió.
-¿Y tirarte pedos? -preguntó sarcástica -No están en un matrimonio.
-¿Quién dijo que quería un matrimonio? Quiero pasarla bien con un chico, eso es todo.
-No te comprendo -me devolvió la hoja.
Ni yo. Pensé.
*
La cafetería con sus papas ya me tenía harta.
Y que Luke me pidiera dinero también.
-Te compartiré de mis papas -le extendí mi dinero.
-Pero quiero MIS papas.
-¡Luke, cierra el pico y compra nuestras papas!
-MIS papas -ironizó.
-¿Sabes qué? ¡Jódete! -grité irritada y me levanté para comprar MIS propias papas.
Estúpido Green.
Iba caminando para hacer la cola, pero alguien me tomó por el codo.
-¿Nate?
-¡Kat! -sonrió.
Recuerda la promesa de Ronan, Kat.
-Muévete, quiero papas -respondí.
-Tengo algo para tí -extendió su mano con una cajita.
-¿Qué es eso? -pregunté.
-Podrías abrirlo, digo -ironizó.
Agh.
A veces las personas pueden romper tanto mis...
Estribos.
Sí, estribos.
Eso eso.
Tomé la caja y la abrí.
Eran llaves.
-Es una Harley Davidson Street Bob -comentó.
-Una moto -sonreí pero luego recordé algo -No sé cómo usar motos, Nate.
-Pero yo sí -sonrió -Y puedo ayudarte.
-¿Me has comprado una moto?
-Quisieras -bromeó y no pude evitar reír -. La he ganado en una carrera.
-¿Y tu otra moto? -pregunté.
-Me la quitaron, no pude resistirme -bufó.
-Pero...Quédate esta moto.
-Por dios, Katrina -suspiró gracioso -Tengo más motos.
-¿Me estás dando una moto con el título de otra persona?
-¿La quieres o no?
-Claro que la quiero, pero no sé usarla -hice una mueca.
Alguien me puso una mano en la cintura y dijo claro y fuerte:
-Nate, fuera de aquí.
-¡Ronan! -sonrió Nate con malicia.
ESTÁS LEYENDO
NOT A PLAYBOY
RomantizmHabía estallado en carcajadas sin razones. Estaba riéndose de mí. -¿Qué es lo gracioso? -me crucé de brazos y este no paró. -Oh, vamos. -Acabas de llamarme Playboy. -contestó más calmado. Rodeé los ojos y este sonrió. -Eso quiere decir que...