Capitulo 6 Bajo Tu Mirada

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Me estaba divirtiendo como nunca junto a Sam y Abigail, sentía que podíamos hablar durante horas y surgiría un tema nuevo; por un lado siempre me he sentido a si con Sam pero ahora me siento más próximo a Abigail. Tiene una mirada que si ilumina bajo su cabello azul, y su sonrisa se cuela dentro de mí y si... ahora no interrumpiré mi narración sobre ella con un chiste pues ninguno le haría justicia.

-Oigan quieren ir al Stardrop Salón a jugar y comer algo?- dijo Sam en cierto momento.

-Me parece bien- dijo Abigail recogiendo una pequeña piedra del suelo y guardándosela en su bolsillo.

Ambos se me quedaron mirando como si estuvieran esperando mi aprobación pero antes de que pudiera responderles tomaron mis manos y me jalaron para que empezara a caminar, Sam me jalaba de mi mano izquierda mientras que Abigail me jalaba de la derecha, pude notar como mis latidos aumentaban y poco a poco sentía que me sonrojaba, realmente está pasando... mi mano empieza a tornarse fría, por favor que ella no lo note dime por favor que ella no lo va a notar, Sam se volteo y me guiño el ojo al principio no me di cuenta pero cuando voltee hacia Abigail note que ella me estaba mirando, al verla ella se mostró impresionada, sonrió y volteo al frente para seguir caminando pero ella... ella estaba sonrojada también, se me dibujo una sonrisa idiota mientras caminábamos.

En poco tiempo llegamos al Stardrop Salón, este es el pequeño bar del pueblo que estaba abierto hasta altas horas de la noche, en el encontraras comida, bebida, diversión y todo esto atendido por Gus el dueño/barman/chef/mecánico etc. etc. etc., visítalo en tú cine más cercano.

-Vaya vaya vaya, pero si son los dos idiotas... y la señorita Abigail- dijo Gus en tono de broma.

-Que pasa gordo?- dijo Sam levantando la mano.

-Tan lindo como siempre- le dije con sarcasmo

-buenos tardes señor Gus- dijo Abigail con un tono amable

-JAJAJAJA buenas tardes que les sirvo muchachos?- dijo Gus con su tan habitual sonrisa.

-HAMBURGUESAS- dijimos todos al unísono y sonriendo.

-Bueno ya salen chicos, Emily quedas encargada en la barra- dijo Gus mientras se dirigía a la cocina.

-Vale Gus, hola chicos!- dijo Emily con un tono muy animado.

Le devolvimos el saludo mientras íbamos a la mesa de pool, Emily ayuda a Gus en el bar, es excesivamente animada y positiva casi tanto como hermosa, pero bueno esa es otra historia, estuvimos jugando algunas partidas de pool en las cuales arrasaba con Sam, Abigail estaba sentada mirándonos jugar pues ella lo prefería así, siempre que yo ganaba aplaudía y me daba ánimos, constantemente sentía su mirada en mí y debo admitir que me ponía un poco nervioso, a veces la miraba y le sonreía al hacerlo notaba lo linda que se ponía al sonrojarse.

-Algún día me dejaras ganar?- dijo Sam sacándome de mis pensamientos

-Hey sabes qué?- le dije con una sonrisa

-Qué?- dijo Sam con un brillo en sus ojos

-Nope ahora me debes otra soda- le dije mientras me sentaba al lado de Abigail.

-Owwww jamás ganare, hey repentinamente y sin razón aparente recordé que debo volver a casa- dijo Sam dejándonos solos en la sala de juegos.

-Él siempre es así no? Jajaja- dijo Abigail con una sonrisa en su rostro.

-Sip bueno es Sam- le dije entre risas.

Le ofrecí a Abigail acompañarla a su casa a lo cual ella respondió con agrado, cuando salimos del bar notamos lo tarde que ya era y con esto acompañados del frio, note como Abigail estaba temblando así que me quite mi sudadera y se la di a ella, esperaba algún comentario sarcástico sobre el feminismo y como yo alimentaba una costumbre arcaica y patriarcal pero curiosamente no lo fue y lo acepto de buena gana, quería probar los límites a sí que la rodee con mis brazos mientras caminábamos con la excusa de que yo también tenía frio. Caminamos durante un rato sin decir ni una sola palabra, no se ella pero yo quería disfrutar este momento. Ella es la tormenta perfecta, una amalgama hermosa de cosas geniales es como si... cada una de sus aptitudes hubiera sido creada meticulosamente para hacerla perfecta, me sigue sorprendiendo desde el momento que la conocí, estuvimos hablando mucho en el bar y me sorprende que una chica como ella tuviera tantas inseguridades es que acaso ella no nota lo genial que es, ella cree que es tonta pero yo... siento que es lo máximo, me parece brillante en todas las cosas que dicen porque es tan ella es tan natural, me sonrojo tan solo de describirla.

Y ahí estábamos abrazados frente a su casa.

-... yo bueno- dijo Abigail con sus mejillas ruborizadas

Me acerque a ella en un último abrazo en el cual pude sentir su aroma, era un olor dulce que me hacía cerrar los ojos, suavemente baje mis manos hasta la parte baja de la sudadera que ella tenía puesta, cuando ella me miro nuestros rostros estaban demasiado cerca y podía sentir su agitada respiración, sus ojos estaban lloroso y lentamente se acercaba más a tal punto que sentía la punta de su nariz contra la mía, nuestras bocas estaban abiertas esperando deseosas a la del otro cuando de repente en un abrir y cerrar de ojos.

-Abigail?- dijo una hombre que estaba parado en la puerta

-Pa...PAPA!- dijo Abigail apartándose de mi

-Que se supone que pasa aquí?- dijo el padre de Abigail con un tono de enojo.

-Na...nada él ya se iba cierto?- dijo mientras se me quedaba mirando

-SSSS... sí que pasen buenas noches!- dije para rápidamente irme ni siquiera me detuve a escuchar lo que me decían.

Camine y camine repasando una y otra vez todo lo de hoy, esto se siente demasiado bien, llegue a casa y rápidamente me encerré en mi cuarto, me acosté en mi cama sin más mirando el techo y con una sonrisa marcada en el rostro.... Me pregunto si ella estará igual. 

Almas EstaticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora