Recuerdo dormido.

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Miro a mi alrededor, negro. Todo está de ese color, no consigo diferenciar nada. Ni una figura, un rayo de luz. Nada.

No siento dolor alguno, pero recuerdo perfectamente que Sergio me hizo daño. Me levanté del suelo y no me dolió, creía recordar haberme lastimado la espalda. Lo último que recuerdo es como alguien alejó a ese tipo de mi, luego todo se torna borroso, luego me desmayé.

¿Es posible que aún esté desmayada? ¿Un sueño? Eso explicaría porque no me duele nada. Camino descalza a través de mi sueño intentando recordar algo más de lo que me pasó antes de desmayarme, pero no recuerdo absolutamente nada.

De repente un viento helado golpea brutalmente mi cara obligando a mis ojos que se cierren durante unos segundos. Cuando parece que el viento ha parado abro de nuevo los ojos, pero el paisaje que se me presenta es muy distinto. Estoy en mi antiguo instituto.

Suena la campana que anuncia el fin de las clases y los alumnos salen rápidamente para ir a sus casas. Nadie me hace caso, parecen no darle importancia a que me encuentre descalza y con un camisón que cubre apenas la mitad de mis muslos. Una chica viene hacia mi, voy a hablarle cuando esta, simplemente me atraviesa. No pueden verme, no estoy realmente aquí. 

Comienzo a buscar entre la multitud y por fín consigo encontrarme. Llevo mis vaqueros oscuros y mi camiseta rosa clara favorita. Hablo animadamente con mi mejor amiga. No está mi hermana al lado y recuerdo que ese día volví andando sola a casa.

No estoy soñando, estoy reviviendo algo.

Sigo mis pasos apresuradamente, cuando salimos del instituto creo ver un destello negro a mi lado pero tan rápido como apareció se esfumó. Mis ojos me siguen, me veo colocar mis cascos en mis orejas y poner la música alta. En ese momento le vuelvo a ver, el destello negro ahora ha cobrado una forma humana. Un hombre.

Sale de una esquina y comienza a seguirme hasta un paso de peatón, allí él se sube a un coche y desaparece.

Yo no me he dado cuenta de nada por la música. Sigo caminando absorta en mis pensamientos y me escucho tararear la melodía de la canción que debía estar escuchando. Pasa todo el trayecto hasta mi casa sin rastro de el hombre negro. 

Saco mis llaves de la mochila y abro la puerta de mi portal, y ahí está. Él me sonríe y yo le devuelvo el gesto, camino hacia el ascensor sin prestar atención a que el hombre que he sonreído me hace una foto de espaldas.

Las puertas del ascensor se cierran y subo, él se queda esperando y comienza a contar lentamente. 1...2...3...4...5...6...7

Estaba contando los pisos, yo vivo en el piso 7º.

Coge su móvil y hace una llamada.

-Sí, la he seguido desde el colegio jefe. Vive en el piso 7º, frente al centro comercial. Portal 8. Tranquilo, estaré vigilándola. No Alberto, no me ha visto. Está bien, lo haré. Adiós

Reconozco esa voz, es la voz de uno de mis secuestradores. Es la voz de Ángel ¿Quién es Alberto? En ese momento levanta la cabeza y le veo. Es él. Ahora lo recuerdo, por eso cuando llegué el primer día me resultaba familiar. Le he visto numerosas veces estos meses. Cuando estaba con mi novio le vi una vez sentado en un banco, con gafas de sol tapándoles los ojos impidiendo saber hacia donde miraba. Aunque no le di importancia, no recordaba haberle visto tantas veces.

No había sido secuestrada aleatoriamente, me habían estado espiando. Sabían donde vivía, dónde estudiaba...

Mi familia...estaban en peligro.

Aterrorizada doy un paso atrás y choco con un espejo de mi portal, me giro y me veo reflejada. A mi lado está Ángel, me mira sonriendo. Coge mi cabeza y la estampa contra el cristal rompiéndolo en mil pedazos. 


Despierto de mi trance y me encuentro atada en una habitación. A mi lado está Ángel, a mi derecha Sergio y en frente mia el gordo. Me fijo en Sergio y tiene moratones en la cara y un arañazo cerca de la cicatriz de su brazo. No lo soñé, alguien me salvó. Pero, ¿dónde estaba ese alguien?

-Vaya, vaya. Mirad quién decidió despertarse por fin.

-¿Por qué? 

-¿Por qué qué? Preciosa.

-¿Por qué yo? Sé que no fue por mi mala suerte. Me espiasteis.

El gordo sonrió de una forma que me dió arcadas, él ante ese gesto rió.

-Eres más lista de lo que pensaba Ninna. Cada cosa a su tiempo. Te dejaré que preguntes una cosa solo. Piénsala bien, eh.

Me detuve un segundo intentando recordar mi sueño. Y ante mi surgió una duda que pasé por alto.

-¿Quién es Alberto?-el gordo me sonrió y dijo- que te lo diga él mismo. ¿Alberto?-

En ese momento, un hombre salió de la oscuridad de la habitación. Fumaba un cigarrillo y me echó el humo en la cara vacilante. Yo tosí mientras intentaba verle la cara.

-Hola niña.

Mi cuerpo tembló, era la misma voz que la del hombre que me salvó de ser violada de Sergio. Era él, era de los suyos.

Pensé que estaba a salvo...pero nada más lejos de la realidad.

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2017 ⏰

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Someone who rescue me? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora