Atrapados.

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Y rectificaba ¿Por que siempre que estaba tranquilo y se sentía a salvo pasaba algo malo?

¿Por que? ¿Por que la vida le hacia esto?

-Argg, puta mierda, ¿Quien fue el hijo de puta...?- veía borroso, se sentía mareado y su cabeza le punzaba como la mierda.

-¡A callar!- Una patada en sus costillas lo obligaron a abrir los ojos de forma mas rápida y dolorosa.

-¿En donde mierdas estoy?- Se pregunto mas para si, que para las siluetas mal formadas que lograba distinguir frente a el.- 

-Oh, Capitan Kirkalnd, que gusto ver que ya allá despertado, temía que se perdiera el banquete.- Su mirada se centro entonces en una silueta que se encontraba sentada sobre un silla de vista bastante cara. 

-¿Pero que mierda...?- Volteo un poco su mirada, y esta se encontró con el verde oliva de los ojos de Carriendo.- ¡Tú! ¡Puto infeliz!

-¡A callar!- Un golpe en su cara le fue suficiente para notar que estaba encadenado a unas bolas de hierro bastantes pesadas.- Ten mas respeto ante el Rey, sucio pirata.- "El Rey" Algo hizo clic en su cabeza, lograndolo entender todo. O por lo menos lo necesario.

-Así que me vendiste a este cerdo... ¿No es así, Carriendo?- Las esmeraldas de Arthur quemaban con gran ferocidad los ojos olivas de Antonio, causándole un escalosfrio al propio Rey.- ¡Responde, maldito canalla!- El guardia junto a el estaba listo para proporcionarle otro golpe, pero con una sola mano, el Rey lo paro.

-Ponte de pie, pirata.- Ordeno el Rey, y ante las pocas ganas de cooperar de Arthur, el guardia a su lado lo levanto de un jalón en sus cabellos.

-¡Que te pongas que pie, idiota!- El inglés apretó los dientes, indispuesto a mostrar algún signo de dolor ante esos hombres.

-Bien, Señor Kirkland...

-Capitán Kirkland...- Interrumpió el inglés, de forma orgullosa ante su titulo.

-¡No interrumpas!- Aquel guardia le propino otro golpe mas, volteándole el rostro.

-Como decía... Capitán Kirkland..- Repitió el Rey, de forma sarcástica.- ¿Sabe usted por que estaba aquí?

-Por mi posición "social" y por estos grilletes, podría asegurar que quiere matarme.- El Rey se mofo ante la deducción de Arthur. 

-No se encuentra muy alejado de la realidad, joven pirata.- Aquel hombrecillo de vestimenta exageradamente adornada, se levanto de su trono y camino hasta una de las ventanas del recinto.- ¿Sabe que son los "tres pilares", Capitán Kirkland?- Arthur gruño.- Jajaj ¿Pero que cosas digo? Es evidente que usted lo sabe... ¿No es así, pilar y protegido de Barbanegra?- El ingles no respondió, solo desvió la mirada.- Ahora bien, ¿esta usted al tanto de que pasaría si uno de los pilares cayera?- Los ojos del ingles se abrieron con miedo.- El caos se crearía, los piratas de todo el mundo competirían para ser el siguiente en la linea, y mientras ustedes estén en caos, nosotros nos encargaríamos de eliminarlos.... Aun que no creo que sea necesario, cuando usted fue elegido, muchos piratas murieron en otras partes por la disputa del lugar... ¿Ahora que cree que pasaría si elimináramos a los tres pilares? 

-¡No! ¡Eso es imposible!

-¿Enserio cree eso? ¿Haward, por que no llevas a nuestro invitado al comedor? 

-¿H-Haward?- Los ojos del ingles se movieron con miedo hacia la silueta que hacia aparición desde una esquina lejana de la habitación.

-Si, su majestad.- El hombre rubio, de ojos verde arlequín y de vestimenta roja hacia una reverencia ante el hombre de mayor rango en la habitación.- 

Piratas. Hetalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora