CAPÍTULO 3

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YoonGi suspiró mientras contemplaba el oscuro techo por encima de él y recordaba la interrumpida sesión de masturbación mutua— "Gay Chicken Extremo", o como quisieran llamarlo. Había pensado en interrogar a JiMin sobre el tema, pero al día siguiente su compañero de cuarto se había quejado de una enorme resaca y había dicho que no podía recordar ni dónde había estado, e incluso cómo había conseguido llegar a su cama la noche anterior. Por eso YoonGi había decidido dejar las cosas como estaban. Después de todo, difícilmente podía plantarse ante el menor y decirle– Hey, colega, ¿recuerdas anoche cuando agarraste mi polla? ¿qué provocó que hicieras eso?– Podía ver la mirada en blanco de JiMin y oírle decir–Amigo, ¿qué has estado fumando?– No, preguntar a su compañero qué diablos sucedió entre ellos la noche anterior estaba definitivamente fuera de lugar. No podían hablar de ello más de lo que podrían hablar sobre el extraño beso que se había producido esta noche. 

JiMin era su mejor amigo, su siempre–estaré–aquí–para–ti. El menor se pondría en el camino de una bala por él, y YoonGi sabía que él haría lo mismo por su amigo. Juntos habían pasado por muchas cosas— victorias y derrotas en el equipo de fútbol, rupturas y reconciliaciones con sus novias. Y cuando habían acusado a YoonGi de hacer trampa en su examen final de Física— nadie salvo JiMin le había creído cuando juró que no lo había hecho. Cuando el verdadero tramposo fue capturado, JiMin quería ir a patearle el culo por la angustia mental que todo el incidente había provocado en YoonGi. Por supuesto, él no lo había explicado así. Sus palabras exactas habían sido— Le voy a joder por lo que te hizo, hombre. Le voy a joder muchísimo.— YoonGi le había parado los pies, pero fue agradable saber que alguien se preocupaba lo suficiente como para arriesgar su físico por él. 

Sólo que últimamente JiMin había sido demasiado físico con él. ¿y qué demonios pasaba con eso?

Como si ése fuera su pie para entrar, sonó un corto rat—tat—tat en su puerta y JiMin entró.— Hey, Hyung, ¿ya estás acostado?— Un rayo de luz se coló por la puerta abierta antes de que la cerrara. Sin esperar respuesta, se tiró en el colchón al lado de su amigo y giró sobre sí mismo hasta quedarse mirando desde arriba la cara vuelta hacia el techo de YoonGi.

—No tienes ni idea de lo que es el espacio personal, ¿sabes? — preguntó YoonGi sin acritud. Si JiMin estaba en una habitación contigo, él estaba encima de ti sin ninguna razón– salvo que él era así. Eso había molestado a YoonGi durante todo el primer mes cuando empezaron a vivir juntos, pero luego tomó la decisión consciente de superarlo. Era una de las peculiaridades de JiMin, y había muchas que le gustaban, ¿por qué iba dejar que una cosilla así le molestara? Además, era algo agradable la mayor parte del tiempo. Era agradable tener un cuerpo cálido a su lado en el sofá o incluso en la cama. No es que alguna vez pudiera decírselo en voz alta a nadie. No más de lo que podría admitir el hecho de que la mayoría de las noches, JiMin terminaba en su cama o él en la de JiMin.

YoonGi odiaba pensar en lo que el resto del equipo de fútbol pensaría si supieran que el capitán y el portero de su equipo normalmente pasaban la noche yaciendo juntos, acurrucados uno contra el otro como cachorros dormilones. 

Sin duda, la palabra "maricón" surgiría muy deprisa, y entonces tendría que haber algún tipo de pelea. A pesar de que él era el tipo más grande de edad en el equipo, a YoonGi no le gustaba caer tan bajo. No, a menos que realmente tuviera que hacerlo.

—Hey, YoonGi, ¿en qué estás pensando?— JiMin interrumpió el hilo de sus pensamientos y YoonGi elevó la mirada para ver que su mejor amigo seguía contemplándole fijamente. Era difícil ver en la oscuridad, sólo podía distinguir el débil resplandor de los profundos ojos castaños de JiMin por encima de él—demasiado cerca para su comodidad.

"Imagínanos, Juntos." (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora