"Imagínanos, Juntos." (YoonMin)

CAPÍTULO 4

—¿Quieres jugar? 

—Tal vez—le imitó YoonGi—¿Cuáles son las reglas?—Su polla estaba palpitando por liberarse ahora, doliéndole tanto como la otra noche, cuando JiMin le había acariciado. De hecho, estaba de repente tan caliente que se sentía como si fuera a quemar un agujero a través de las sábanas. No se atrevió a preguntarse por qué.

—Creo que debemos elevar el factor riesgo.—masculló JiMin en su oído—Hacer algo como...Doble Desafío de Gay Chicken Extremo o algo así, ¿sabes?

—¿Cómo lo hacemos?—Los labios de YoonGi se habían entumecido por la excitación.

—Mejor nos desnudamos—dijo el menor, después de pensarlo un momento—¿Quieres hacerlo?

—Sip, supongo—las despreocupadas palabras de YoonGi contradecían el tumulto en su interior. ¡Dios, no debería estar haciendo esto! Pero ya estaba desprendiéndose de sus boxers, y JiMin estaba haciendo lo mismo a su lado.—¿Y ahora qué?—preguntó tan pronto como estuvo totalmente desnudo bajo las sábanas.

—Ahora...dado que tú eres el campeón y yo soy el aspirante, comenzaré yo—decidió JiMin—Voy a tocarte. Si te rindes, yo gano, como de costumbre, ¿OK?

—Ajá—el corazón de YoonGi retumbaba en sus oídos y le dolía la polla. Podía sentir la cálida humedad del pre-semen rezumando en la rendija de su ancha cabeza, y apenas podía respirar de lo encendido que estaba. ¿Cuándo fue la última vez que había estado tan caliente? No podía recordar haberse sentido nunca de esa forma, como si fuera a explotar si su amigo no le tocaba pronto.

—Muy bien.—JiMin cambió de postura a su lado y de repente una mano caliente estaba aferrando su miembro bajo las sábanas—¿Demasiado gay para ti, colega?—resolló.

—Uh... No realmente.—consiguió susurrar YoonGi. Estaba tratando de permanecer quieto, tratando de no empujar dentro de la mano de su amigo, pero era malditamente difícil, cuando todos los instintos de su cuerpo estaban gritándole que tenía que empujar, que necesitaba correrse.

—Qué te parece si hago esto...—JiMin comenzó un lento movimiento sensual a lo largo de la dura rigidez de su polla—...mientras hago esto...—Se inclinó y besó a YoonGi ligeramente en la boca.

YoonGi separó los labios, e inmediatamente la lengua de JiMin estaba allí, sondeándole con delicadeza, lamiéndole con avidez. Gimió, incapaz de contenerse, cuando el caliente placer de la mano de su amigo en su polla se volvió insoportable. JiMin absorbió el apagado sonido con entusiasmo, y le acarició con más fuerza, con más urgencia.

Dios, no puedo creer que me esté besando mientras me masturba. ¡Si no se detiene pronto, voy a correrme! YoonGi no sabía si quería que su amigo se detuviera o no. Sin embargo, cuando el menor se detuvo, rompiendo el beso y apartándose un poco, mientras su mano cesaba en sus deliciosas caricias, sintió una oleada de decepción.

—¿Demasiado gay?—JiMin jadeaba las palabras—¿Te rindes, Hyung?

—De eso nada. No me rindo.—dijo enfáticamente YoonGi—No hay manera de que puedas ganar, tío. No me estoy echando atrás.—Deliberadamente hizo que sus palabras sonaran desafiantes, preguntándose qué sería lo próximo que se le ocurriría a JiMin. No tuvo que preguntárselo mucho.

—Ni yo tampoco—murmuró a su oído. Cambió de nuevo de posición, y esta vez se puso encima de YoonGi, montándose a horcajadas sobre él en la oscuridad.—Abre las piernas—ordenó con voz ronca.

—¿Para qué, hombre?—Por primera vez YoonGi se sintió incómodo. Después de todo, había límites. No iba a dejar que su compañero de habitación le follara, no importaba cuán caliente y excitado estuviera.