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Al Dia Siguiente...
-JINNA-
Dormía plácidamente en mi camita. Disfrutaba de mi último día en casa ya que al siguiente debía que presentarme en la escuela porque acababa mi permiso de faltar por parte del hospital.
Desperte para ir al baño pero volví a acostarme para dormir por algunas horas mas, antes de dormirme cheque mi reloj dándome cuenta de que eran las diez de la mañana y aun así continuaba teniendo sueño.
Era uno de los efectos secundarios de mis medicinas, no me culpen. Como sea, volví a recostarme para tener un poco mas de descanso cuando la puerta de mi cuarto fue abierta de golpe y entró mi padre Jin aun con pijama y su cabello despeinado.
-Jinna, tenemos que salir, ahora, vístete.
Dicho esto salió de mi cuarto, corriendo y tropezando con sus propios pies, el aun continuaba tan dormido como yo al parecer.
Pero también me pregunte que pasaba, acaso... ¿Los habrán llamado a la empresa a último momento? Era la mas seguro y probable.
Fue por eso que obedecí a mi padre, fui a cambiarme, me puse un pantalon de mezclilla(tarde años debido a que aun me dolían las costillas), una blusa holgada color rosa de tirantes y cepille mi cabello.
Baje al primer piso, debido a la lentitud de mis pasos escuchaba diferentes ruidos y murmullos mientras bajaba.
Mis padres caminaban de un lado a otro buscando o haciendo alguna cosa.
-¿Por que están tan apurados?-Pregunté llegando al primer piso-¿A donde vamos?
-Se hizo tarde-Dijo mi padre Jin sin dejar de buscar en el llavero-aquí están-tomó las llaves de la camioneta-vámonos.
Ignoro mi pregunta, que raro.
-Estoy listo-Mi padre Nam salió de la cocina con tres sandwiches en la mano, uno me lo dio a mi.
-Gracias-Dije.
Entrego el otro a mi padre Jin.
-Gracias amor, un momento-Lo miro con sus ojos entrecerrados-¿No quemaste mi cocina, verdad?
-Hice sandwiches, ni si quiera toque la estufa.
-Entonces... ¿Rompiste algo?
-¡Que no!-Le quito el sándwich que le había dado-Ahora a ver que comes.
-¡Dámelo!
-¡No!
-¡Que si!
-¡Ve a hacerte uno a tu preciada cocina mejor!
-¿No teniamos que irnos?-Interrumpí.
-¡Cierto!-Dijeron a coro.
Olvidaron el tema del sándwich y abrieron la puerta de la casa, el primero en salir fue mi padre Nam.
