26➳Noche de sorpresas

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-JINNA-
El gerente del buffet veía a mi padre Jin como si se tratara de un extraterrestre. La cara del señor sudaba y su expresión de asombro parecía que nunca iba a quitarla.

Tal vez yo estaría igual de no ser que conozco a mis padres y ya me acostumbre a todas sus anormalidades.

Como la de mi padre Jin en este preciso momento, ya era su... dejen recuerdo, ¡Ah si! Su doceava vez que se levantaba por algo del buffet y lo que traía en su plato no podría decirse que era poco, al contrario, regresaba con un plato casi al desborde de comida.

¿Lo impresionante de esto? Acaba con toda la ración, no deja ni una sola migaja en el plato.

Pobre del dueño del buffet, a este paso irán a la bancarrota en una sola noche.

-Tu padre si que tiene buen apetito-Comentó Kyung a mi lado.

-Si, creo que su primer amor siempre fue la comida aunque dice que es mi padre Nam y yo-Encogí mis hombros-No lo había visto tan feliz en todo el día como ahora.

Era verdad, en todo su cumpleaños no le brillaban los ojos como cuando vio el enorme buffet.

Al final de la comida, el gerente casi llora al ver los pases gratis, me sentí mal por él.

De regreso a nuestra casa, fuimos primero a dejar Kyung, a pesar de tener su propio chofer mi padre Nam quería asegurarse de que llegara a salvo, porque a mi padre Jin sinceramente le importo un centavo. Mi padre Nam tuvo que obligarle a decir "gracias" a Kyung, yo también le agradecí, sus regalos fueron estupendos y eso se debía de compensar aunque sea con una palabra de agradecimiento.

Creí que ya no habría más sorpresas por este día, pero me equivoqué.

Llegando a casa, fuera de la puerta había una enorme caja de cartón con el sello de correos de Corea. Me acerqué un poco más a la caja y en los datos leí "Suiza" como lugar de origen del envío.

No me tomo ni treinta segundos saber de quién era el paquete.

Hobi.

Mi padre Jin no hablo, más bien, nadie de los tres hablo. Se acercó al paquete y lo abrió allí mismo, no sé si lo hizo con lentitud o yo lo sentía así por los nervios.

Adentro venía una enorme caja envuelta en papel regalo, y sobre de ella una carta que decía: Para SeokJinnie.

Mi padre Jin la tomó en mano y la abrió, vi como sus ojos se cristalizaban mientras leía, a los segundos las lágrimas silenciosas bajaban de sus párpados y eso me hizo querer llorar a mí también.

Nunca habían estado separados por tanto tiempo, desde chica mis tíos y mis padres eran inseparables, entendía su dolor por estar distanciados y también recuerdo que es mi culpa toda esta situación.

Quería arrodillarme frente a mis padres y pedir perdón una vez más, pero eso solo le arruinaría el buen día de su cumpleaños a mi padre, más de lo que de por sí ya lo dañe por alejar a mi tío Hobi de su lado.

-Jinna-Mi padre Nam me hablo-Hay algo para ti.

Señaló un objeto cubierto de papel de regalo en la esquina de la caja, traía una carta también y tal como en la de mi padre, decía: Para Jinna.

-Tómalo y ve a tu habitación, tengo que consolar a tu padre.

Mire a mi padre Jin, mi corazón se rompió por completo.

Ya no soltaba lágrimas silenciosas, sino que sollozaba ruidosamente con una mano cubriendo sus ojos y la otra agarraba con fuerza la hoja arrugando por completo la carta.

Obedecí, agarre el pequeño paquete y con el subí a mi cuarto sin decir palabra, no soportaba ver a mi padre sufriendo, era de las cosas más dolorosas que pueden hacerme.

Cerré la puerta de mi habitación, di media vuelta y me recargué en la puerta, lentamente deslicé mi cuerpo hasta quedar sentada en el suelo.

Mire el paquete en mis manos, mis ojos se clavaron en la carta.

Me costó trabajo abrir el sobre, mis manos temblaban de las ansias y más de una vez estuve a punto de romper el papel, cuando finalmente logre abrirlo comencé a leer sin esperar ni un microsegundo.

"Hola, mi linda Jinna.

Tiene tiempo que no nos vemos, pero eso no significa que te olvide.

Es todo lo contrario, todo lo que veo me recuerda a ti, aveces me río sólo de tales recuerdos que vienen a mi mente en la calle(muchas personas se me quedan viendo siempre qué pasa), al final me pregunto si sigue de pie la oferta de viajar juntos.

De verdad que quiero viajar contigo, Suiza es muy bello, seguramente te hubiera encantado. No te desanimes, te llevaré a un lugar mucho más bonito cuando viajemos juntos, te lo aseguro.

Tampoco quiero que te sientas culpable, lo qué pasó ese día no fue tu culpa y te lo repito, no lo fue.

Aunque hubieras estado al otro lado de la ciudad yo habría ido a rescatarte Jinna, eso te lo aseguro y si volviera a pasar lo volvería a hacer, porque no me importa lo que digan mis superiores, no dejaría que mi imagen siga intacta si eso costará tu bienestar.

Como te dije antes Jinna, siempre te protegeré.

Prometo regresar pronto, lo haré y te llevaré a comer comer un rico churro con chocolate.

Recuerda que te quiero y que siempre estás en mis pensamientos.

Por cierto, te tengo un regalo, juro que fue hecho para ti, lo supe en cuanto lo vi en la vitrina. También añadí un chocolate de leche, de los que te encantan.

Lamentablemente me tengo que despedir, pero nos veremos pronto, mi linda Jinna.

Te quiere(muchísimo), Hoseok."

Deje la carta a un lado para limpiar las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas, respire hondo para calmar mi llanto.

Lo extraño, lo extraño demasiado.

Pero dijo que volvería pronto, yo creo en su palabra.

Mi mirada se topó con el regalo, lo agarre y lo desenvolví con cuidado.

-Oh Dios.

Tenía razón, ese regalo debió ser hecho para mí.

Era una muñeca, pero no como todas las que te venden en cualquier tienda y de ese horrendo plástico, era de tela con relleno, de mejillas rosadas, ojos claros y delineados, vestida con un vestido rosa y cabello negro peinado en una chongo alto, lo diferente son sus manos y pies, eran como los de un mounstro, verdes oscuro y con garras.

Representaba mi apodo cuando era pequeña, un apodo que mi tío Hoseok me dio:

Queen Monster.

XXX
Creían que me olvide del tierno Hoseok? Obvio no!
Hasta luego.

•La Hija del Namjin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora