Las Estelas Élficas (Novela Corta) --- Terminada.

Permanece fuerte

Hola queridos humanos :) viene lo último del Flashback y les aviso que la canción de acá arribita (Not gonna die - Skillet) es el tema del capítulo pero les recomiendo que la escuchen una vez terminen de leer esta parte o si pueden al parejo de la última charla de Níniel y Legolas en el Flashback porque expresa justamente lo que pasa por la mente de ella después de estos sucesos, sugerencia para ponerla mejor en contexto. Luego pondré otra canción igual de Skillet con un video fanmade que está boñeto y tiene que ver con el fic :3

-¿Por qué más lo haría? Necesitaba verte y decirte algo importante...
-Sé breve, por favor- lo corté; miré a Kala y ella se fue al fondo con el resto, todos atentos a lo que decíamos -. Si no lo notaste, estamos deprimidos y pensando en lo que pasará ahora.
-Encontré un mapa de la bóveda- susurró.
-Sabemos de él. Nos lo dijeron esos brutos cuando nos metieron aquí.
-Lo quemé.
-¿Qué?- logré articular.
-No tendrán nada para inculparlos, pero aún así tendrán que ir a juicio... Si todo va bien, serán libres de nuevo mañana.
-Legolas, ¿es cierto lo que estás diciendo?- él asintió -. ¿Por qué lo hiciste?
-No dejaré que te pase nada malo ni a los que amas. Voy a protegerlos así la vida se me vaya en ello.
-¿Encontraste algo más?
-No, nada.
-¿Hay forma de que protejan a los otros Quarvôr?
-No, no hay manera si tenían las estelas. Los demás serán liberados si no encuentran relación con el robo- se acercó más a la reja y susurró cerca de mi rostro, cuidando de no ser oído por mi familia. Metió las manos entre los barrotes y las puso a los lados de mi cuello, acariciando mis mejillas con los pulgares. Nunca lo había visto de esa manera ni así de cerca... Su mirada era hechizante y sus ojos profundos -. Al menos he protegido lo que más quiero... Perdóname por desconfiar de ti...
-No, no fue tu culpa- bajó la mirada pero al hablar le tomé el rostro con las manos ensangrentadas. No pareció darse cuenta o no le importó -. Yo reaccioné mal.
-Era de esperarse, querías defender a los tuyos aunque sin que lo supieras eran culpables.
-Fue como si fuera cómplice.
-Tú no sabías nada.
-¿Por qué no le das un beso a mi hermana y nos dejas en paz, niño bonito?- escuché a Frink en el fondo. Puse los ojos en blanco para disimular los nervios.
-Si no hubiera una reja entre ellos ya se habrían besado- convino Tiberius.
-¡Cállense!- dijo Kala.
-¿Me disculpas un segundo?- le dije a Legolas sonriendo forzadamente.
Me di la vuelta, puse mala cara y caminé al fondo.

PDV: Legolas.
-¡Oye, sólo era un chiste!- se quejó Tiberius. La iluminación no era buena, pero se escucharon varios golpes, quejidos y dos cuerpos siendo azotados contra el suelo. Me incomodé por ello y miré hacia otra parte, pero no podía esconder mi orgullo de haberla ayudado a lograr eso... Así como tampoco podía esconder que seguramente habían leído mis intenciones.
-¡Qué carácter!- siguió Frink.
-Guárdense sus comentarios que no he acabado con ustedes, par de cucarachas inútiles- los calló ella y vino de vuelta, poniéndose un mechón detrás de la oreja y sonreía -. Lo lamento, son unos idiotas. Aún no me has dicho por qué lo hiciste.
Era mi oportunidad de decirle lo que sentía por ella, deseaba que lo supiera... Aunque ella me viera como un amigo muy cercano, como su hermano, su mentor. Entrelazamos los dedos a través de las barras y vi que se había hecho daño ella misma, tenía las manos ensangrentadas y sabía que no era sangre de sus hermanos.
-¿Acaso no es obvio?- murmuré viéndola a los ojos, estos parecieron iluminarse -. Eres mi única amiga, nunca dejaría que te lastimaran- no podía hacerlo -. Es mi forma de agradecerles lo que han hecho por mí, protegiéndolos- vi una sombra en sus ojos, ¿era desilusión? ¿Qué quería que le dijera?
-Entiendo. Has hecho más por mí que yo por ti. Siempre te meto en problemas.
-Mi vida sería muy aburrida sin ti... Debo irme, ni siquiera tendría que estar aquí.
-Quédate conmigo, por favor. No quiero quedarme sola- susurró, parecía estar a punto de llorar.
-No. Por favor no te quiebres ahora- dije a modo de súplica -. Permanece fuerte.
-Está bien- suspiró cerrando los ojos con fuerza. Besé su frente, resignándome.
-Te veré mañana en el juicio.
-¿Estarás ahí?
-Hablaré en su favor- se sonrió -. Nos vemos, Níniel.