"jamas los odie'

"T2: Asfixia"

Zeref: Oh cierto Natsu deberías cuidar mejor a tu esposa o podría perder 20 años mas.

X: Lord Zeref ¿la niña morirá?.

Zeref: No Invel, resistirá, no tengo porque matarla, solo fue para darle un susto a Lucy.. Ya sabes, la necesitamos para activar eclipse, una maga celestial tan buena como ella, con las 12 llaves del zodiaco..es excepcional, es tan buena como Ana.. Lastima que para abrir esta puerta no solo bastan sus llaves.. También .. Debemos tomar su vida - la mirada sombría del mago oscuro se reflejaba en un espejo, el plan para abrir la puerta eclipse había dado inicio, el primer paso fue la advertencia.

***

Las horas pasaban lentas, cada minuto para ambos rubios parecía una hora, el correr del tren por las vías cada vez se sentían con menos intensidad, ninguno se dirigió la palabra por la falta de orientación, la escena de su pequeña hija corriendo se repetía en sus mentes, la opresión en sus corazones, la sensación de asfixia en sus pechos, el aire les faltaba y solo las ventanas del tren comprendían su dolor con su reflejo en ellos.

Orga y Rogue dormían, era mejor dejar a la pareja asimilar la idea.

Al rededor de las 3 am llegaron a Crocus, el lugar que les dejaría una herida muy grande, Lucy tomó la iniciativa y agarró la mano de Sting, la acarició y se la puso en su mejilla para sentir su calidez.

Lucy: Vamos Sting - las palabras que intentaban salir con dulzura se escuchaban rotas.

Sting: se quedó en silencio por unos segundos - ¿Qué veremos al llegar?.. Tengo miedo - los azules ojos llenos de euforia y vida ahora no tenían ni un tono de brillo.

Lucy: Y yo igual... Me faltan fuerzas, siento que en cualquier momento puedo caer, pero si te miró a ti.. Siento que ambos podemos hacerlo... No se lo que nos aguarde al llegar o lo que tendremos que ver.. Pero sea lo que sea, estaremos juntos - beso la mano de su esposo mientras una lágrima traicionera corría por su mejilla.

Sting: Nunca te alejes de mi... Por favor, solo tienes que estar junto a mi para siempre.. No te quiero perder.. No quiero perder a nadie mas - el sollozó que había parado varias horas atrás, nuevamente retornaba, pero esta vez era sostenido por Lucy, la escena era conmovedora, Sting lloraba y era consolado en los brazos de la rubia, solo a ella le permitía verlo en esa situación, la imagen del maestro de Sabertooth, uno de los mejores de Fiore, fuerte y capaz de intimidar a millones de magos, se derrumbaba ante ella, quedando como un niño al cual se le tiene que tratar con delicadeza, tal como una madre a un hijo, una esposa a su esposo, un amiga a otro amigo, porque ellos eran todo eso y mas.