Especial I: Baekhyun

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 Baekhyun miró la pantalla de su ordenador cuando le llegó una notificación de chat, su corazón dando un vuelco cuando descubrió quién era.

'Hola, Baekhyunnie.'

Chanyeol se había conectado al chat de Virtual Pet y le estaba hablando. Ya hacía un par de semanas que hablaban, y Baekhyun se moría de curiosidad por ver si éste real__pcy, nombre real Park Chanyeol, era el mismo chico que había visto el día de la conferencia que dieron en la Universidad acerca del desarrollo de apps interactivas.

Fue pura casualidad, en realidad. Baekhyun no debía ir a esa reunión, pero el encargado había tenido un leve accidente que le impedía caminar y a su tío no le quedó más remedio que llevarlo a él, ya que era la otra gran cabeza pensante de aquel proyecto. Era suya la idea de que los usuarios pudieran hablar con las mascotas; así que por eso, su tío lo había obligado a ser modelo para una de ellas y encargarse de los chats.

Al ser elegidos por afinidad, Baekhyun tenía suerte de que no muchas personas contaran con su versión digital en el teléfono, apenas unas novecientas de las más de veinte mil descargas que tenía la app. Además, no todas querían hablar con lo que supuestamente era una máquina, lo encontraban extraño y algo inquietante.

Aún así, Baekhyun se había fabricado un bot que hablara con la mayoría de esas personas, sobre todo con las que apenas hablaba porque sólo entraban una vez al día para hablarle y no perder la recompensa que ganaban al cabo de una semana por hacerlo (realmente aquel traje le quedaba estupendo a su yo virtual, pensó Baekhyun).

Pero no así con Chanyeol. Baekhyun esperaba impaciente todos los días a que el chico terminara sus clases y le hablara, centrando su atención tan sólo en Chanyeol. Era tan alegre, tan dulce y lo trataba tan bien a pesar de estar convencido de que era un ordenador, que Baekhyun no podía evitar que su corazón latiera rápido y que su pecho se calentara cuando su chat aparecía en pantalla.

Cuando al salir de la conferencia vio aquellas orejas inconfundibles, no pudo evitarlo. Primero le tomó una foto (para referencias, claro está, Baekhyun no era un acosador) y después se coló en la biblioteca a buscar información sobre el chico en cuestión. No le fue difícil encontrarlo, si algo tenían las redes sociales e Internet era que podías encontrar fácilmente lo que buscaras si eras lo suficientemente bueno. Y Baekhyun era muy bueno.

No le fue difícil ver que efectivamente, el Park Chanyeol de su infancia era el mismo chico que acababa de ver en el pasillo. Intentando no aplaudir o gritar de emoción, copió la información necesaria en un USB y volvió a casa, intentando cruzarse de nuevo con él, aunque no tuvo tanta suerte.

Ya en casa, volcó los datos a su disco duro, pero no había tenido aún tiempo de cotejarlos. De hecho, como si intuyera lo que quería hacer, su tío le había mandado tal cantidad de trabajo, que durante unas semanas Baekhyun apenas sí vivió. Su tío se aprovechaba de su falta de recursos externos y de amigos para esclavizarlo, y Baekhyun realmente sentía que no iba a poder aguantar mucho más a ese ritmo. Tan sólo hablar con Chanyeol lo mantenía día a día, siendo la pequeña luz que le daba momentos de felicidad y por la que, al final del día, se dormía con una sonrisa en la cara.

Ese día, al fin, había podido sentarse a mirar los datos de Chanyeol. Su tío lo había mandado a otra compañía menor a exigirles un pago que no les había hecho, pero para su sorpresa, no había tenido problemas y había terminado pronto. De vuelta a casa, había visto un choker exacto al que Chanyeol le había regalado a su avatar y, en un arrebato, había entrado a comprarlo, grabando también los nombres de ambos en la parte de atrás, no importándole la mirada que le dedicó el tipo de la joyería.

Con el accesorio al cuello, Baekhyun se sentía más valiente y osado, capaz de todo cuanto se propusiera. No sabe si fue eso o que realmente llevaba semanas deseando comprobar si su Chanyeol era Park Chanyeol, pero tuvo el resultado en menos de diez minutos, y no podía estar más contento mientras hablaba con él, pensando en qué expresión podría estar poniendo.

Quizá por eso aquella llegada de su tío diciéndole que ese mes no iba a cobrar lo destrozó más de lo que debía.

Quizá por eso huyó de la casa, dejando que sus pies lo guiaran y acabando delante del piso de Chanyeol.

Quizá por eso escribió en el chat algo que no debía.

Ojalá pudiera vivir contigo.

Lágrimas silenciosas corrían por su cara. Se estaba engañando a sí mismo, no tenía más que lo que llevaba encima en el mundo y todas sus pertenencias cabían en la pequeña mochila a su espalda. Nadie iba a ayudarlo, menos a quererlo. El sonido de una notificación lo hizo levantar su teléfono.

A mí también me gustaría.

Por un momento, la mente de Baekhyun quedó en blanco. Al momento siguiente, se había decidido. Con sus permisos de creador, entró en el código base de la aplicación, rompiendo las cadenas de datos e información y haciendo que aquella aplicación que habían descargado más de veinte mil personas fallara.

Rompió su teléfono y lo tiró a una papelera cercana antes de subir al piso que sabía pertenecía a Chanyeol. No le fue difícil abrir la puerta, había adquirido la experiencia gracias a su tío y a su manía de vandalizar los establecimientos de aquellos que no les pagaban, y entró.

El apartamento no era grande, pero era bonito. Dejó su mochila y sus zapatos en la entrada y colgó el abrigo en el perchero. Sacó de un bolsillo unas orejitas que había visto en un puestecillo callejero hacía unos días y que había comprado porque, con ellas sobre su pelo rosa, realmente parecía el avatar del juego. El choker era lo que lo hacía ser el avatar de Chanyeol y eso lo hizo sonreír cuando se miró en el espejo que había junto a la puerta de entrada.

No tardó mucho en oír el sonido de las llaves siendo introducidas en la cerradura, la puerta abriéndose para dar paso a Chanyeol. Era él, era él en persona, y Baekhyun se lanzó contra él, haciéndolos chocar contra la puerta que el alto acababa de cerrar.

- ¡Bienvenido a casa, Chanyeol!

Observó cómo los ojos de Chanyeol se abrían, mirándolo como si no creyera que aquello estuviera pasando de verdad.

- ¿Baekhyun? -se atrevió a preguntar.

Baekhyun sonrió.

- Sí, soy yo.

La cara de Chanyeol era muy expresiva, y Baekhyun pudo ver cómo su expresión pasaba a ser de confusión.

- ¿No te gusta que esté aquí? -bajó la vista, agarrando el borde de su camiseta con nerviosismo.

- No es eso, claro que no -el alto dejó sus cosas de cualquier manera en el suelo, acercándose a Baekhyun-. Es sólo que... no te esperaba... La aplicación se rompió y, bueno...

- Claro que se rompió. Yo estoy aquí -lo miró a los ojos, queriendo que lo aceptara, que lo quisiera como él ya lo quería.

- ¿Y... por qué estás aquí?

Baekhyun se le acercó, reduciendo el poco espacio que los separaba para cogerlo de la mano y mirarlo, sonriente.

- Voy a vivir contigo.

Virtual Pet (Chanbaek/Baekyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora