Lemon Yaoi. || FNAFHS; One-Shots

u n o

❀– BON × BONNIE.
Bon es mayor que Bonnie.

Las paredes retumbaban, se podía escuchar el leve movimiento de una cama dentro de aquella habitación. A esto se le añadían jadeos, muchos suspiros y algún que otro gemido poco audible.

Olor a sexo por todas partes, y la pequeña capa de sudor que los cubría lograba hacer chocar sus pieles con más rudeza, pero eso no les importaba.

Se encontraban en el piso, las rodillas del menor pegadas al suelo, al igual que sus antebrazos y manos. Intentaba no resbalarse y caer de cara, sabía que sólo tenía que soportar un tiempo.

Jadeaba sin parar, en busca de un poco de aire; necesitaba respirar bien. Y en nada ayudaba sentir a su compañero de cuarto embistiendo por todo su interior sin delicadeza alguna.

Al haber conseguido suficiente aire para hablar, intentó decirle que bajara el ritmo, pero sólo salieron sollozos entre gemidos lastimeros.

Mas eso no le importó a Bon, quien estaba cegado por el placer del interior del chico.

Bonnie comenzó a llorar, las lágrimas empapaban por completo sus mejillas, logrando que estas se calentaran.

Sentía dolor, demasiado. Ya no podía siquiera mantenerse en un mismo lugar. Podía sentir su ano palpitando con un fuerte ardor.

El mayor hablaba en serio cuando decía que “le iba a romper en dos”, no tenía piedad alguna con sus movimientos descontrolados.

Bon siguió así, embistiendo a más no poder por unos minutos, hasta que bajó de su nube de ensueño, escuchando sollozos fuertes bajo él.

Disminuyó la velocidad, no por eso dejó su parte brusca.

—Bonnie, ¿te encuentras bien? —Su tono de voz tenía cierta preocupación en él.

En su vida jamás pensó ver llorar al contrario, siempre se notaba fuerte ante el resto, y ahora sólo lo podía observar roto. No quería ver eso.

—Duele —soltó entre sollozos.

Nada más, sólo esa simple palabra.

—Lo siento. —Seguía embistiendo al menor; miraba hacia una pared, no le podía mantener la mirada—. No quería herirte.

—Sólo ve más lento, ¿quieres?

Estaba completamente en el suelo, Bonnie ya no tenía fuerzas para sostenerse.

Sólo pudo sentir unos brazos sobre él antes de ver a los ojos a Bon, este le había dado vuelta, dejándolo de espalda contra el frío suelo.

El mayor subió las piernas contrarias hasta sus hombros, dejando a la vista su entrada.

Empezó con las embestidas de nueva cuenta, esta vez eran más lentas; dejó de lado su lado bestia como pudo.

Subió un poco la velocidad conforme Bonnie gemía, aunque no demás, tampoco quería volver a lastimarle por error.

Llevó una de sus manos al miembro del contrario, daba leves caricias sobre este, siendo lento y delicado al ritmo de sus embestidas, las cuales se habían vuelto lentas de nuevo.

Escuchó los gemidos del menor como música para sus oídos, oía como el contrario soltaba entre bajos gemidos su nombre. Se sentía en el paraíso, en su propio lugar deseado donde sólo existían ellos.

Sintió que no podría más con todo el placer del momento. ¿Quién podría imaginarse estar con la persona que te gustó tanto tiempo teniendo sexo?, ni siquiera en todos sus sueños juntos podían compararse. Esto era algo especial, inimaginable para Bon.

En ese instante, comenzó a sentir cosquillear sus partes bajas, yéndose el calor hasta su miembro.

Sólo al sentir eso, aumentó la velocidad de una, sus embestidas y su mano ya no iban lento, todo lo contrario, estaba desenfrenado por terminar.

Escuchó gemidos altísimos de Bonnie inundar la habitación por la repentina sorpresa.

Pasaron minutos así, quizá segundos, hasta que terminaron. Bon en el interior del menor, mientras que gruñía ronco al sentir presión alrededor de su miembro.

Bonnie en su orgasmo le estaba apretando, entre todos sus gemidos apretaba su interior, para luego correrse sobre su pecho.

Ninguno olvidaría ese momento.

———
Ya editado. ❀

– Mai.