Capitulo 9

295 30 7
                                    

Foto: Lee Hong Ki 💜

—¡Vamos a beber!

Miré a mi compañero de trabajo, Hong Ki, un empleado del área financiera que conocí en la cafeteria, quien estaba más animado de lo habitual.

Ya había pasado mi primer mes de prueba y todo había salido muy bien, la presidenta dijo que aprendía muy rápido y que era de mucha utilidad. No obstante, me recarcó que no me confiara y que siga trabajando duro.

—Hong Ki, estás muy energético hoy —refunfuñe con flojera. Me dolía el cuello—. ¿Porqué mejor no vamos a comer?

—¿Comer y beber? —sonrió.

—De acuerdo, tú ganas.

Salimos del trabajo y fuimos a un restaurante a unas cuantas calles.

Hong Ki se había vuelto la persona más cercana que tenía en la empresa, vivía en mi mismo edificio, solo que en otro piso, y teníamos muchos intereses en común. Además debo admitir que también es bien parecido.

Pero nadie te gana, Jin.

Lo sé subconsciente, no necesitas recordármelo.

—Samgyoksal y sojou, ¿puede haber algo mejor? —replicó Hong Ki cuando trajeron la comida y se servía su primer trago de soujo. Me sirvió uno a mi, igual.

—Disfruta la comida, después puedes beber todo lo que quieras —impedí que bebiera, arrebatándole el vaso y dejándolo a un lado.

—Está bien, mamá. Comeré mi comida —dijo haciendo pucheros.

La comida estaba deliciosa, el cerdo tardaba un poco en asarse pero es lo normal, esperaré lo necesario para un sabroso bocado.

Me llevé un pedazo grande a la boca y comencé a masticar. Demasiado bueno.

—Hey, hombre, me asustas. Si sigues comiendo así te atragantarás.

—De esta forma se disfruta más la comida —cojí una gran cucharada de arroz y me la lleve a la boca.

Esta es mi zona de confort, nadie puede decirme cómo hacer las cosas.

—¿Cómo te está yendo en el trabajo? ¿La presidenta es amable contigo? —preguntó Hong Ki.

—Normal, la presidenta no me trata de alguna forma en específico, creo que solo me mira como otro empleado.

Hong Ki rió por lo bajo, le causaba risa que hablara con la boca llena, siempre lo decía. Por mi parte, estaba bien con eso, prefiero que sonría a que me mire con cara de disgusto como hacían muchos. Igualmente, sea como sea, no cambiaré en ese aspecto.

—¿Acaso preferirías que te trate como más que un empleado? ¿Amigo? O...¿Amante?

Le dediqué una mirada fulminante. Mis orejas estaban rojas pero hacia lo posible por no avergonzarme.

—Esa mirada me lo dice todo, amigo —exhaló—. Te voy diciendo que no te hagas ilusiones, la presidenta es impredecible, nunca sabes que hay en su cabeza, un día puede ser amable y atenta con todos los trabajadores, y al otro despide a cinco sin razón aparente —continué masticando escuchando atentamente pero con mi vista en la comida—. Además, no ha salido con nadie, al menos no en público.

—¿A que te refieres? —dije con la boca aún llena.

Hong Ki tardó unos segundos en masticar el cerdo para luego contestarme.

—Hay rumores de que mantiene una relación secreta con el señor Par Ji Min, dueño de una de las agencia de hoteles más conocidas en Corea.

Esta vez casi me atraganto con la comida. Tosí varias veces y después tragué.

—¿Qué les hacen pensar que están en algo? —dije limpiándome la boca con la servilleta.

Hong Ki se acercó más a mí, haciendo la conversación más confidencial.

—A decir verdad no es un rumor conocido, muy pocos en la compañía están enterados de esto y los que saben están obligados a mantenerlo en secreto por las consecuencias. Un día el señor Park fue al despacho de la presidenta, y cuando salió su cabello estaba revuelto, sus labios hinchados, y si te fijabas bien podías jurar haber visto una marca roja en su cuello, aparte de esa sonrisa satisfactoria de "acabo de follar".

Tosí ante eso último. Sentí el color en mis mejillas.

No soy un crío inmaculado pero aún me siento un poco incómodo ante estos temas, al menos cuando los dicen de forma tan cruda.

—¿Quién nomás está enterado de esto? —hice mi mayor esfuerzo por continuar la conversación tranquilamente.

—Mmm... Veamos. Obviamente yo, el señor Kang, por supuesto, a ese hombre no se le escapa nada; la chica recepcionista y su amiga, Do Ro Min; creo que el vicepresidente Lee también está al tanto, al igual que su secretario Kyunhyun.... ¡Ah! Tú compañero también, el gruñon, Jungkook, y por supuesto, ahora tú.

—¿Jungkook lo sabe?

—Sí, él ve al señor Park entrar y salir de la oficina de la presidenta, así que presumo que lo sabe, es muy perspicaz.

¿Ésta puede ser la razón por la que Jungkook se comporta de esa forma, es que siente algo por la presidenta o algo parecido? No, eso no es la razón, al fin y al cabo a mí es a quien brinda aquella mirada de fastidio. Pero, ¿porqué?

—¡Ah! Casi lo olvidaba. Aquel tipo que estaba antes que tí, con quién Jungkook se llevaba, también lo sabía, eso estoy casi seguro de ello.

Eso cambia un poco las cosas ahora. Si mal no lo recuerdo, Jungkook comenzó a ser gruñón después de que su compañero se fuera, al menos eso es lo que me dijeron. ¿Pero que tiene que ver esto con lo otro?

¡Agh! Odio estos problemas, ¿por qué no simplemente me pueden explicar lo que ocurre? La gente, al parecer ama el drama y todas esas situaciones complicadas innecesarias. ¿Enserio, porqué? Todo esto está que me carcome la cabeza.

Continúe comiendo sin percatarme que mi compañero estaba arrasando con todo el soju del lugar.

—Jin —dijo Hong Ki con un pedazo de carne en la boca. Le dirigí la mirada.

—¿Si? —respondí asombrado por su tono informal.

—Eres muy apuesto —dijo sin más. Sus mejillas estaban rosadas y arrastraba las palabras.

—¿Cuánto bebiste? —ví la botella de soujo abierta vacía.

Tremendo idiota.

—Un poquito —dijo mientras hacía un gesto con sus dedos indicando lo dicho.

Babo.

비서. 『Secretary』∽ Kim Seokjin ∽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora