Capitulo 10

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Soplé para calentar la taza de té de mis manos, estaba hirviendo y a la presidenta no le gustaba eso. Me encontraba en la pequeña cafetería junto a mi oficina, preparando el té que me encomendó la presidenta y aprovechando el momento para salir de aquella habitación con un Jungkook más gruñón de lo normal.

Había llegado maldiciendo a montones, claro, no lo hizo literalmente, pero podías percibir que el ambiente a su alrededor no era bueno.

Puse la taza en el platillo y lo llevé al despacho de la presidenta. Ella estaba en su escritorio con su portátil y unos papeles a los costados, al parecer mucho trabajo.

—Aquí tiene, presidenta —Deposité la taza a un lado de ella.

—Muchas gracias, señor Kim —tomó la taza y dio un sorbo. Me miró un segundo y retiró la mirada para luego verme otra vez —. Tu cabello, te lo teñiste.

Suprimí una sonrisa. Había notado mi nuevo estilo. Ya no era el irresistible rubio de la empresa, había vuelto a mi cabello castaño. Claro, viéndome atractivo como siempre.

—Si, ya llevaba mucho tiempo con el anterior color de pelo, además es muy claro y debía retocarlo a cada instante, por lo que decidí volver a mi color natural.

No me quitó los ojos de encima.

—Hpmh. Me gusta —con eso último volvió a sus papeles.

Esta vez no pude dejar escapar una pequeña sonrisa de mis labios, al fin al cabo había logrado llamar la atención de la presidenta.

¿¡Pero qué haces!? ¡No eres un crío para ir sonrojándose y riéndote por cosas así.

Volví en mí y traté de no emocionarme más de la cuenta. Es verdad, estaba siendo muy infantil sonrojándome por todo.

Cuando me iba a retirar me hizo una seña para que me detuviese.

—¿Si, que se le ofrece, presidenta?

—Señor Kim, hágame un favor —dijo dejando a un lado la taza y apoyando sus codos en la mesa, juntados sus manos en forma de súplica de una manera muy tierna, aunque no creo que lo haya hecho a propósito.

—Dígame, presidenta.

—Al terminar la jornada de hoy, ¿antes de irte puedes llevar estos papeles donde el señor Kang? Deben ir a bodega.

—Si, no hay problema, yo los llevaré. ¿En qué piso?

—En el primer piso, donde hiciste tu entrevista, no hay como perderse.

—Seguro.

Caminé a la puerta para retirarme de una vez. Al cerrar la puerta volví a ver a la presidenta, parecía ansiosa por algo.

Intenté volver a mí y dejar el asunto de la presidenta a un lado. Cerré la puerta y volví a mi oficina, todo para encontrarme un Jungkook que apretaba la mandíbula y veía fijamente el calendario destrozado entre sus manos, con un odio que se podía percibir a kilómetros.

¿Qué demonios le ocurre el día de hoy?

—¿Te encuentras bien? —tomé todo el valor que tenía para decirle esa simple oración.

비서. 『Secretary』∽ Kim Seokjin ∽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora