Capitulo 17

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Ambos me observaban. Inhalé profundamente.

—No me opongo a ello ni nada parecido, tampoco tengo pensamientos negativos sobre ello, es solo que..., no he tenido..., buenas experiencias.

Reaccionaron al instante.

La presidenta tomó una mejor posición en su sillón, con sus rodillas en mi dirección. Por otro lado, Jungkook dejó de mirarme de reojo para ahora voltear su cuerpo hacia mí. Ambos desbordaban intriga y curiosidad en sus rostros.

Suspiré mentalmente. Esto no me gustaba.

—¿Qué tipo de experiencias, señor Kim? —La presidenta estaba suprimiendo una sonrisa, lo podía notar.

—Eh..., no, no es como lo piensa, no se preocupe, no es nada importante.

—Vamos, señor Kim, no puede lanzar un bomba como esa y luego hacer como si nada.

Me rasqué la cabeza. Yo y mi gran boca.
Observé a Jungkook, este parecía esperar a que comenzara a hablar, era la primera vez que miraba en mi dirección por más de diez segundos seguidos.

—Los chicos siempre me acosaban desde preparatoria, claro que en Anyang no había mucha gente que se declaraba gay abiertamente, menos en ese tiempo, pero los pocos que habían eran un martirio para mí; me mandaban cartas, regalos, me daban sus números y hasta me seguían a los baños. Eran igual de terribles que las chicas, solo que tenían más acceso a acosarme, incluso algunos extranjeros que iban por mi ciudad tendían a lanzarme guiños y decían cosas que no entendía en inglés —me tapé mi cara con pena, estaba ardiendo y muriendo de la vergüenza. Quería morir—. Una vez vine a Seúl de visita y fui manoseado en el metro de camino a Itaewon. Fue horrible.

La presidenta y Jungkook se miraron mutuamente, aguantando la risa hasta que no pudieron más y dejaron salir unas carcajadas. Me quedé congelado.

Era la primera vez que veía a la presidenta reír de forma sincera, y estaba aún más sorprendido al ver una sonrisa en la cara de Jungkook en lugar de su típico ceño fruncido. Aunque no duró mucho pues al darse cuenta que se dejaron llevar, ambos volvieron a sus expresiones habituales. Jungkook serio y malhumorado, y la presidenta firme y con elegancia.

—Bueno, creo que tuviste varios problemas. Los chicos lindos no la tienen fácil, al parecer.

Me sonrojé. ¿Me había dicho lindo?

—Como sea, veo que no tienes problemas en sí con la homosexualidad, eso es bueno, facilitan las cosas.

—¿A qué se refiere? —mis mejillas aún estaban un poco calientes.

—Los que les quiero compartir es algo confidencial, no lo pueden compartir con nadie, no quiero saber que sucedería si la gente se entera de esto. A diferencia de ustedes, no toda la comunidad Coreana está a favor de relaciones del mismo sexo, por no decir que lo consideran antinatural y que degenera nuestra sociedad. Es una lástima que aún no hemos podido superar esos prejuicios pero así ha sido por generaciones, por lo cual, lo que les compartiré debe quedar entre nosotros.

Estaba preparándome mentalmente a que la presidenta confesara sus preferencias sexuales pero no tenía sentido, después de todo tenía encuentros con Park Jimin, ¿o eso será una fachada para encubrirlo? ¿Llegaría así de lejos? ¿Ya no tengo la más mínima oportunidad de conquistarla? ¿Debería cambiarme de sexo? Creo que sería una mujer muy atractiva. Tal vez me recluten en una agencia de modelaje o algo.

비서. 『Secretary』∽ Kim Seokjin ∽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora