Capitulo 5

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Fue llegar al instituto y poco antes de bajarnos del autobús, ya estaba el graciosillo de turno comentando algo en voz tan alta, algo sobre los sueños, que no tuve más remedio que decirle:      

-¿Qué has dicho?, ¿qué tienes sueño?, ¿sabes cuál es la mejor solución para que se tequite el sueño?- No puedo estarme callada, lo sé, pero al menos no de la manera de Cata.

 A lo que me contestó:

          -Soñar con tu mundo mágico- todo el mundo se río con aquella respuesta, todo el mundo ya lo sabía. Yo no le encontraba la gracia, está claro, el cometario era para reírse de mí, si fuera para reírse de Cata, ya estaría tirada por los suelos llorando de la risa, la amistad es así de mala señores.

         -Es una solución, al menos para mí, en mi mundo no hay gente como tú, anda deja de perder el tiempo y vete a dormir, ¿no has dicho antes que tenías sueño?

Me imagine que el contestaría algo gracioso y así todo el mundo se reiría de aquello que él soltaria por su boca dejandome a mi como una idiota infantil que tiene sueños con mundos mágicos.

La gente suele reírse de sus gracias para hacerle la pelota ya que es el graciosillo y si no tienes los mismos pensamientos que él ya te estaba juzgando, por ello le hacen la pelota para ahorrarse sus comentarios tontos. Todos menos mis amigas, unos pocos más que tienen un par de dedos de frente.

Aunque he de admitir que alguna de sus gracias tiene un poco de chispa, pero eso solo ocurre en los años bisiestos.

Después de mi comentario nadie dijo nada, seguramente haría alguna burla o algo típico de él, la gente que lo estaba mirando soltó alguna leve carcajada.

El sueño de NieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora