Capitulo 3 - Me presento

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Me llamo Daniela, odio mi nombre por eso todos me llaman Nie. Tengo 16 años, y vivo en un pueblecito, donde solo tengo dos amigas, no es porque no sea muy sociable, al contrario, pero es que este pueblo no da para más. Una de mis amigas se une al clan de las que no le gusta su nombre, se llama Catalina, pero todos le llamamos Cata, excepto los profesores y su madre. A mí me pasa más de lo mismo, por desgracia.

 Es un asco llamarte de una manera que no te gusta, al menos en mi sueño me llamaba Elia, es un nombre que siempre me ha gustado, desde que lo leí en uno de mis libros, ojala mis padres me hubiesen llamado así. Desgraciadamente, me tuvieron que llamar DANIELA, no podían haberme puesto un nombre más sencillo como Irene, María, Andrea,… un nombre común, no, me tuvieron que poner Daniela. Por el hecho de que la madre de mi tía abuela, tenía una sobrina que no tuvo ninguna hija, pero ella quería tener una hija para ponerle el mismo nombre que tenía su suegra, y claro convenció a mi madre para que me pusiera el nombre que le iba a poner a su hija, ¿y a que no sabéis como se llamaba?

 Daniela.

 Mi madre al principio se negaba a ponerme ese nombre decía que no le gustaba, o eso es lo que dice mi padre, ella lo niega, decir que el nombre de su hija no le gusta, estaría feo oírlo de su boca. Dio la casualidad que la sobrina de la madre de mi tía abuela murió poco antes de nacer yo. Y por eso mi madre decidió llamarme así, esa es la historia de mi nombre. 

 Dejando atrás la historia de mi nombre os presento a mi otra amiga, se llama Emma. Cata y yo le llamamos Em, a ella le guste su nombre, no pertenece a nuestro clan, pero como Cata y yo, tenemos diminutivo, ella no se va a quedar marginada, y al final todo el mundo le llama Em. No va a la misma clase que vamos Cata y yo, es un año mayor, segundo de bachillerato. Mientras que nosotras vamos a primero. En los recreos nos juntamos las tres, nos llaman las tres mosqueteras, porque vamos juntas a cualquier lado y en cualquier momento, pero nosotras preferimos que nos llamen Los Ángeles, aunque todavía no tenemos a ningún Charlie.

 Cuando alguna de nosotras encuentre el amor de su vida, será nuestro Charlie, yo ya tengo claro que se llame como se llame, yo le llamaré Charlie.

El sueño de NieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora