El chico de las alas de fuego

🔥Capitulo 10🔥

Narra Jianna

Fue un día bastante largo, ademas que no acabo ahora, ya que le prometí a Dianna salir esta noche por la ciudad.

Me recosté de un golpe en la cama y lance mi bolsa en una silla muy peculiar. De repente el sonido de la puerta resonó en mis oídos, me levante y me fui acercando a la sala.

Mi padre me asusto el cual, todos nos echamos a reír.

—Pensé que se demoraban mucho mas—Me cruce de brazos y me recosté en la pared.

—De hecho nos toco regresar, ya que, se nos quedaron unos papeles muy importantes para proseguir con el trabajo, pero no nos demoramos.

El timbre interrumpió a mi padre, todos dirigimos la mirada a la puerta, la cual seguía moviéndose por los golpes que estaba recibiendo por afuera, me acerque para poder ver por aquel agujero ubicado en mitad de la puerta. Divise la figura de una mujer, en ese momento me di cuenta de que se trataba de Dianna.

—Tengo que irme, le prometí a una amiga que...

—Tranquila, ve con tu amiga, igualmente salir no te va a hacer mal—Hablo mi madre sin permitirme terminar mi frase, asentí con la cabeza y salí. Pero tenia una gran pregunta... ¿Porque estaban nerviosos mis padres?.

(...)

El ruido de los autos se me estaba haciendo molesto, varias veces le proteste a algunos conductores por ello, pero todos me ignoraban. El sol estaba cayendo, dándole paso a la luna y la noche. El cielo tornaba un color anaranjado, Dianna me había echo caminar por un largo rato, seguramente estaba bastante lejos de mi casa. En mi cabeza solo yacían varias preguntas, una de ellas era: ¿Por la noche se hacen presentes los Mogano's?.

—Todo de noche es mas hermoso, ¿No crees?— Opino Dianna.

—¿Porque dices eso?—Pregunte con lentitud.

—Es muy simple, eres libre, el ruido ya no es tan constante—Se encogió de hombros.

—También el peligro abunda—Opine.

—Eso no lo niego.

La noche había invadido el cielo por completo, los animales nocturnos se hacían presentes. Los búhos comenzaron a resonar por todas partes y el sonido de los autos disminuía cada minuto.

De repente, mis pies se juntaron haciendo que mi cuerpo cayera con fuerza al suelo, y como siempre, quede flotando a pocos milímetros de este, sin embargo varias de mis monedas salieron rodando hasta posarse en mitad de un callejón.

Dianna me quedo observando con asombro, sus ojos se fueron abriendo con rapidez. Me levante de inmediato.

-Después te lo explico-Sonreí levemente.

—Cla...Claro-Tartamudeo.

Nos adentramos en aquel callejón, el silencio se hizo presente en todo momento. De repente, el sonido de las latas de basura resonó en nuestros oídos rompiendo aquel silencio tan tenebroso.

Al fondo pude divisar el cabello de un hombre.

—Creo que lo mejor es irnos—Le dije a Dianna empujándola levemente  para que saliera, pero todo fue en vano, ya que un Mogano se poso al frente de nosotras.

El miedo recorrió todo mi cuerpo, una gota de sudor frió se deslizo por mi mejilla. Era la primera vez que veía a un Mogano transformado y realmente son mas tenebrosos de lo que me imagine. Su cabello era completamente negro, de su piel solo resaltaba un blanco amarillento y sus pupilas eran de color rojo.

—¿Que es eso?—Pregunto Dianna aterrorizada.

No le di respuesta alguna. Dianna solo se arrincono en la pared llevando sus piernas al pecho, para luego cubrirlas con sus manos.

Aquel Mogano me observaba con frialdad.

—Unas simples chicas tratando de protegerse—Soltó una risa malévola-No podrán escapar de mi.

—No soy una persona—Una sonrisa se dibujo en mi rostro, cerré los ojos para luego poder sentir como mis alas  yacían de mi espalda. Dianna solo observaba aterrorizada.

—Un Sulino... Ya veo—Pronuncio con su aterradora voz para luego dejar salir un rugido de su boca.

La velocidad con la que se acercaba hacia mi era rápida. Bruscos movimientos se hicieron presentes, pero pude esquivarlos. Sus uñas crecieron de forma exagerada. Dianna observaba con miedo, mientras yo trataba de defenderme.

Uno de sus movimientos hicieron que cayera sin hacer apenas ruido mientras escapaba de las asesinas garras del Mogano. Localice varios botes de basura que con un movimiento de manos hice que chocaran con fuerza en la cabeza del Mogano, haciendo que soltara un fuerte chillido.

Tome ventaja y me levante para luego con una fuerte patada en el estomago hacer que cayera chillando y retorciéndose del dolor al suelo.

Estire mis brazos hacia el Mogano. De mi mano salio un rayo de electricidad, el cual hizo que el Mogano quedara tirado en el suelo inconsciente.

Localice cinco Moganos más que se acercaban con rapidez hacia mi. Corrí hacia Dianna y la levante en mis brazos para luego prender vuelo.

Un Mogano enterró sus dientes en mi zapato cuando estaba en pleno vuelo, trate de quitármelo pero fue en vano así que opte por zafarme el zapato haciendo que el Mogano cayera brutalmente contra el suelo.

Varias flechas rozaron mi cuerpo sin hacerme algún daño posible. Entre a mi habitación por la ventana. Dianna seguía temblando ligeramente por el miedo, no dijo nada al respecto, solo se quedo observando mis brillantes y glamurosas alas.

—Son geniales... tus alas—Murmuró.

Sonreí ligeramente, me concentre y mis alas desaparecieron con cautela. Mis padres ya se habían ido ya que ningún sonido invadió el silencio que se genero hace un rato.

Le explique todo sobre los Sulino's y Mogano's a Dianna. Ella entendió todo con facilidad, para luego acompañarla hasta su casa, ya que de noche era efectivo que los Mogano's atacaban.

Narrador desconocido

—Tu idea fue fantástica cariño—Me adentre en la habitación oscura.

—Siempre tendré la razón—Se acerco a mi con un movimiento ligero de caderas, para luego posar sus brazos el rededor de mi cuello.

—Solo toca seguir con el siguiente paso-Opino un chico a nuestro costado—Ella no podrá escapar de nosotros—Se levanto de la silla y prosiguió a su transformación de Mogano—Ella no podrá resistir de mi encanto—Paso su lengua por sus labios dejándolos completamente húmedos de sangre.