"No me sigas princesa que te puedes quemar-Le susurró él al oído.
Ella lo observa, una gota de sudor frió se desliza por el costado de su rostro.... su cuerpo se estremeció."
¿Ellos porque son tan parecidos?, ¿Porque tienen poderes y cambios similar...
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Aquel chico se estaba acercando hacia nosotras, el sabia lo de mis poderes, y lo mas probable es que toda la universidad se entere por culpa de el, no se que hacer.
—Quien pensaría que el destino nos reunió de nuevo—Dijo aquel chico cogiéndome el cabello.
-Déjala en paz idiota-protesto mi amiga de ojos grises.
—Y si no que pasa-Voleo su mirada a la mía, acerco sus labios a mi oído—Tenemos que hablar—Susurro, para luego irse de nuevo con el grupo de chicos. Nosotras seguimos a sentarnos en nuestros puestos, comenzamos a hablar y a conocernos mas.
Finalmente, llegaron todos los estudiantes, después de unos minutos llego la profesora....
Se me hicieron eternas estas tres primeras horas de clase, finalmente llego la hora de descanso, Dianna (la chica de los ojos grises) me enseño toda la universidad, llegamos a la cafetería donde pedimos una merienda.
—Jianna te presento a Willian—dijo Diana al lado de un chico bastante guapo.
—Mucho gusto Jianna— Willian se acerco a mi para darme un beso de mejilla.
—El es mi mejor amigo, te lo quería presentar, llevaremos una gran amistad.
Seguimos los tres a unas mesas bastante modernas, comenzamos a hablar y a reír, eran bastante amigables y divertidos.
—Tengo que ir al baño amigos, no me demoro— Los dos asintieron con la cabeza.
Llegue al baño de chicas, estaba vació. Me mire al espejo por un momento.
—¿¡Que le esta pasando a mis ojos!?—Me dije a mi misma, mis ojos estaban tornando un color verdoso, siempre han sido cafés ...¿Que esta pasando conmigo?.
Salí del baño, necesitaba ir nuevamente al bosque, necesito saber que era esa bebida, y porque me dio estos poderes...
Estaba caminando por el pasillo y de repente me sorprendió la presencia de aquel chico del callejón, todavía no sabia su nombre, tampoco quería saberlo. Comencé a caminar mas rápido con el fin de que no me viera, pero todo fue en vano...
—Por fin te encuentro pequeña—dijo agarrando mi ante brazo, para luego llevarme al cuarto del conserje.
—¡¡Que quieres!!
—Necesito hablar contigo.
—¡¡Suéltame maldito, no tengo nada que hablar!!.
—Claro que si preciosa, ademas, de aquí no sales hasta que hablemos—trate de soltarme de el, pero no pude, lo único que logre fue que me agarrara de las muñecas y me pusiera contra la pared.
—¡¡Me haces daño!!—dije con un gesto de dolor.
—No me importa.
Fije mi vista en unos frascos de detergente situados en una esquina, con la mirada poco a poco hice que la tapa se quitara, cuando ya estaba destapado, hice que el frasco comenzara a flotar en dirección al chico.
