“Mía” la palabra seguía resonando en su cabeza una y otra vez, adorando la siguiente más que la anterior. Leo era... Hermoso. Perfecto. Un macho que tenía la fuerza y poder para destruirla, pero usaba todo eso solo para amarla.
Sonrió como tonta, giró la cara y la enterró en el cuello de Leo, quien dormía casi encima de ella. Realmente pesaba, pero ¿se iba a quejar? No, ella no era tonta. Su león la había mimado en el baño como nadie, en verdad nadie, lo había hecho. ¿Lo mejor? Sus aromas mezclados. El dulce del jazmín y el fuerte de la menta, tan rico y excitante, pero a pesar de la pasión y el ambiente Leo no la penetro... De nuevo.
¿Por qué? ¿Miedo a lastimarla?
Soltó una risita baja, volteo el cuerpo de Leo y a como pudo se subió arriba de él, dejando con descaro el miembro de Leo bajo el sexo de ella. Oh, si, eso se sentía muy bien. Lo observo atenta, con las mejillas sonrojadas tanto por el sueño como por lo traviesa y pervertida que estaba siendo, pero es que recordar todo lo que Leo le había hecho en el baño...
Ahora baños más seguidos, casa cinco horas... Tres, dos...
Negó con la cabeza, le acarició la mejilla y bajo a besarle en los labios, adorando y atesorando el suspiro que salió de entre los labios de Leo.
— Leo... Ya levántate. — sintió el golpe de la cola de león, fue la única señal de vida que recibió. — Leo, en serio, ya es tarde. — una mueca de parte del macho. — En serio te necesito despierto.
Soltó un bufido molesta al ver que Leo, que por más que se lo pidiera, no se iba a despertar o levantar. Enojada, (vaya, había tomado temperamento desde que estaba con él) acercó su boca al hombro de Leo y mordió con fuerza, lo cual fue suficiente para hacer ronronear al macho y que girará en la cama, sepultándola bajo su cuerpo.
Calista grito divertida, entonces se le murió la voz al verlo a los ojos. Brillantes, llenos de deseo y lujuria, de promesas que la estaban aplastando...
— ¿Para qué soy bueno? — la voz de por si ronca por naturaleza se volvió más atractiva, ¿o era solo ella?
— Yo... Yo sólo quería... — sello sus labios, respiro hondo y río bajo, ¿pero qué estaba haciendo? ¿teniendo vergüenza? — Quiero que me beses.
Leo sonrió de lado, bajo y la beso como lo había pedido, un beso qué pasó a algo un poco, demasiado, apasionado. Jadeo contra la boca de Leo, un sonido que enaltecío al león, haciendo que chocara su sexo contra el de ella y la hiciera gritar de gusto, no, no estaba adentro, pero se había sentido demasiado bien.
Se aferro a su espalda, buscando con descaro ese toque de nuevo, quería y necesitaba de eso. Leo la siguió besando, casi dejándole con la mente en blanco y el cuerpo con más de un escalofrío, tuvo que cortar el beso para respirar.
Le lleno el cuello de besos, adorando el sentir su pulso tan descontrolado y ¿el aroma? Lo mejor del mundo, ellos dos creando algo delicioso y...
— Leona, espera. — Leo gruño cuando volvió a alzar las caderas, logrando acariciar su sexo con el propio. — Espera...
— ¿Por qué?
— Puedo lastimarte.
Cerro los ojos con gloria, él estaba preocupado por ella y eso la hizo feliz, se abrazó a él con brazos y piernas, colocando sus labios cerca del oído de él.
— Te quiero dentro, Leo. — pidió en susurro, comenzando a dibujar círculos en la espalda de Leo con el dedo índice. — Necesito sentirte de esta forma, porque te amo Leo y quiero esto contigo...
— Calista...
— Estaré bien.
— Puedo hacerte daño, soy grande y...
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Leo (Nuevas Especies #2)
Fanfiction(otra vez a su alcance Leo, se que me estoy tardando en subirlas, pero como podrán darse cuenta estoy corrigiendo algunos datos. Gracias por su espera) Paso años en una jaula, y lo seguía haciendo. A pesar de que ahora vivían armoniosamente en la Re...