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Pov Mateo

Llegue a mi apartamento con las ilusiones por el suelo —Que diablos me hiciste Vanessa— dije en un susurro pensando estar solo pero un ruido me demostró lo contrario, era Cony, ella me ha ayudado siempre con todo respecto a mi supervivencia, si no fuese por ella se me olvidaría hasta mi propio nombre.

Veo un cabello blancuzco asomarse por el pasillo que lleva a mi habitación —Hola Mateo, vine a dejarte la ropa de la tintorería, llamaron para avisar que esta lista desde hace una semana—Ven, les dije sin ella se me olvida hasta mi nombre— La coloque en tu closet y deje lasagna en el horno solo la calientas, por favor come.—Ella es un sol—
—Gracias Cony que haría sin ti y tu memoria lucida, comeré luego lo prometo me daré una ducha y veré unos asuntos en la portátil —Le digo todo a Cony, ella es como mi madre — Gracias de nuevo.
—No es por nada, llama si necesitas algo ¿esta bien?—dijo desde la puerta de salida, se despidió de mi con la mano y salio.

Desde que llegue no he dejado de pensar en Vanessa. No he dejado de pensar en sus ojos, sus miradas cautelosas, en su curiosidad, desde el primer momento en que la vi, desde  el preciso instante en que se sentó en mi mesa en aquel café ELLA en en todo lo que pienso.
Y ahora teniendo la certeza de estar totalmente solo grito mas para mi mismo que para quien sea capaz de oírme —QUE DIABLOS ME HICISTE VANESSA—
Estando en mi habitación me dispongo a desvestirme, tomar una toalla limpia y entrar a la ducha para seguir pensando el ella.

Mi MuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora