Donghae
Estaba agotado, mi noche se trató de recuperar el tiempo perdido, Eunhyuk y yo marcamos cada lugar de esta casa y ahora dormía satisfecho en aquel torso nívea, no me arrepentía de volver, en parte era lo que necesitábamos los dos, si nos hubiésemos separado ambos literalmente estaríamos vacíos.
Pero no era el caso y debía agradecer que la vida nos permitiera recordar el motivo por el que ambos debíamos seguir juntos.
Después de todo eran años, momentos maravillosos que tiraríamos a la basura en caso de no haber regresado. Era cierto, una infidelidad no debería ser perdonada, suponía que el dolor que se sentía en aquel momento no se comparaba con nada, nada era más doloroso que ver a la persona que tanto amas en brazos de otra.
Pero ahora todo era diferente, empezando porque ya nada me impedía amarlo como lo que era, mi esposo.
Pese a todos los obstáculos que se interponían en mi camino y en el suyo ambos debíamos superarlos tanto individualmente como en pareja, yo debía encontrarme a mí mismo antes de tomar una decisión y Eunhyuk tenía que entender que debía recuperar lo que perdió al no pensar en las consecuencias.
No obstante me agradaba estar aquí, entre sus brazos, sintiéndome fuerte, sintiendo que todo había sido un mal sueño y que Eunhyuk seguía siendo mío.
Con esa idea positiva me acomode lentamente, me dolía todo debido a mi apasionado marido pero quería ser el Donghae dulce que a él tanto le gustaba por lo que me esforcé para salir de la cama y hacerle el desayuno.
Era un día soleado, así que pensé que se trataba de alguna señal, algo como que estaba haciendo bien perdonando todo.
Termine de preparar el desayuno, esta casa era mejor que la anterior aunque seguía pareciéndome muy grande solo para nosotros, aun así no me iba a quejar, después de aquel regalo tan maravilloso como el del taller de pintura no podía negarme a nada de lo que quisiera.
Subí con cuidado, me tome una píldora para el dolor muscular, sin embargo no iba a quejarme de todo porque la necesidad que tenía por Eunhyuk era la misma que el sentía por mí.
Así que ambos fuimos unos locos anoche, pero lo disfrute y me sentí vivo de nuevo.
- Hyukkie ¡buenos días!-él está desperezándose cuando llego a nuestra habitación, su torso desnudo siempre me ha gustado, tan definido y musculoso, se me hace agua la boca de solo pensarlo
- Hae ¿Cómo te sientes?-dejo la mesa de madera pequeña donde llevo el desayuno sobre la cama
- Me siento de maravilla-lo beso con ternura antes de sonreírle-¿tú como estas?
- Imagínate, loco de alegría-me reí cuando dejo el desayuno sobre la mesa de noche y me acomodo en su regazo
- No lo hagas Hyuk, debes comer
- ¿puedo comerte a ti?
- ¡Hyuk!
- Es que parece que no tuve suficiente-siento su entrepierna demasiado animada por otra ronda, no estoy preparado aun para ello. Pensé eso hasta que yo mismo comencé a besarlo y él dejo caer el albornoz de seda que me cubría
- Hyuk.....por favor
- Desayunare después de tenerte
No puse resistencia y deje que hiciera lo que deseara, él estaba aquí conmigo, yo había regresado. Después de todo este tiempo nada nos parecería suficiente, estar así me recordaba a nuestra luna de miel, ambos fuimos insaciables día y noche, no nos importaba nada más que estar unidos.
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[EunHae] Arrepentimientos
FanficEs difícil que todo su mundo se hubiese desplomado aquel día, amándolo con locura y mirándolo fijamente mientras estaba entregándose a otros brazos. Donghae se siente al borde del abismo con las imágenes que tiene en frente y las lagrimas se desliza...