Prefacio

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En medio de una fría noche de junio, un chico solitario llamado Yoo Youngjae estaba sentado en su cuarto oscuro pensando en su vida. La única luz en la habitación provenía de la luz de la luna que brillaba desde la ventana abierta y los únicos sonidos que se oían era el de sus padres alcohólicos que peleaban en la otra habitación y los sollozos de Youngjae. Se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas. Dando una última mirada a la navaja en su mano izquierda, cogió un lápiz con la mano temblorosa. Puso el lápiz sobre su diario delante de él y escribió una carta a su único amigo, Choi Junhong. Él sabía que esto alteraría al más joven, ya que solo se tenían el uno al otro, pero Youngjae no podía aguantar más. Su padre lo golpeaba y su madre se limitó a seguir adelante como si nada estuviese pasando. Él fue intimidado en la escuela por su "Grasa de bebe". Fue excluido de las actividades en la escuela por ser "demasiado inteligente". Su casa nunca tuvo agua caliente ni electricidad porque sus padres usaron todo su dinero en más bebidas alcohólicas. No tenía nada más que dar.

Volvió a mirar la navaja. Él nunca se había cortado antes. No quería hacerse daño solo por un breve alivio. Sabía que nada de esto era su culpa. No era más que otra de las víctimas de la guerra interminable de la vida con la humanidad. No, si él iba a hacer esto, lo haría una vez y lo haría bien. Sólo unos cuantos cortes en sus muñecas deberían bastar. Inhaló profundamente y exhaló nervioso. No era una especie de nervios por miedo. Era un tipo de nervios de felicidad. El tipo de nerviosismo que habría sentido antes de una cita. Youngjae se río entre dientes.

-"Mi primera cita será con la muerte"- Él pensó.

Se llevó la hoja a la muñeca y la arrastró hacia abajo. El corte fue un poco vacilante pero eso no molestó a Youngjae. Él no estaba cerca de lo perfecto de la vida, ¿por qué su muerte sería diferente? Otro corte y podía empezar a sentir que perdía energía. Unos cuantos más y su visión se desvaneció. Suspiró con desprecio. No mucho tiempo hasta que todo su tormento terminara.

-"Perdóname, Junhong"- Le susurró a su mejor amigo. Se sentía mejor diciéndolo, aunque sabía que Zelo no podía oírlo.

Solo un corte más profundo y Youngjae sintió que se iba. Se sintió mareado. Cerro sus ojos, felizmente se dejó caer al suelo. Su corazón latía lentamente y su mente se silenció...

Sleep Well, Dream Sweet (DaeJae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora