PRIMER DÍA

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El sol fue recibido por el canto de las aves felices de un nuevo día. Un nuevo amanecer en Beach City daba fin a las vacaciones de verano. Las familias estaban alistándose para llevar a sus hijos a la escuela.

-Hija despierta, que hoy comienza la escuela tu hermana-mamá Beth despertando a Peridot para que no se atrasen en el primer día de escuela de Perla-.

Peridot: Ummmm -refregándose los ojos- buenos días mami -saluda tiernamente a su mamá-.

Beth: Buenos días princesa –le da un dulce beso en la frente a su pequeña hija- vamos levántate que ahora tengo que vestir a tu hermanito –se aleja cantando para ir directo al cuarto del bebé de la familia-.

En el cuarto del pequeño:

Beth: Buenos días pequeñín!!! –lo levanta de la cuna con mucho amor- Hoy estás muy feliz Ruby, será porque vamos a ir a la plaza a jugar?.

Ruby: Ti mami –dijo el pequeño sonriendo hasta con los ojos y colocando su manos suavemente en las mejillas de su madre-.

Beth: Jajajaja lo sabía mi rey –dijo muy alegre por la respuesta y gesto de su hijo- pero primero vamos a cambiarte, luego desayunar e iremos a acompañar a Perla a la escuela, si?–Ruby asintió con su cabeza y una sonrisa contagiosa-.

Después de tener a los más pequeños de la familia listos para desayunar, se dirigieron a la habitación de Perla, la primogénita de los Olson. Ella ya estaba lista, con su uniforme y la mochila con los cuadernos, libros y útiles necesarios para todo el año. Su madre la mira a su hija con esa cara que ponen los padres cuando se dan cuenta que sus hijos e hijas ya están creciendo, y con tanta rapidez. Luego de unos segundos mirándola de esa manera la llama para que baje a desayunar con sus hermanos de modo que sólo estaban ellos presentes en la casa, debido que el padre de familia se había retirado un par de horas antes para ir al trabajo. Él lamentaba mucho perderse el primer día de clases de su reina, pero para sorpresa de la pequeña Perla su padre le había dejado un regalo por la nueva etapa que iba a comenzar en pocos minutos.

Todos sentados en sus respectivos lugares alrededor de la mesa, comienzan a desayunar. La familia Olson no contaba con muchos recursos económicos, aún así se las arreglaban para dar todo a sus hijos, por ende los desayunos eran muy sencillos pero deliciosos. En la mesa había tostadas, leche, mermelada de uva y mantequilla.

Cuando acabaron de desayunar la ama de casa trae en una cajita el regalo que le dejó su marido a Perla. La niña con cara de sorpresa toma la cajita entre sus pequeñas manos y la abre, en ella había un hermoso collar de perlas. Al ver el collar, los ojos color celeste de Perla se abrieron enormemente y se le escaparon unas lágrimas por la emoción, y susurró por lo bajo un gracias papá.

Corrió hasta su cuarto guardando el collar en una caja de madera y bajó ya lista para emprender el viaje hasta la escuela. Llegaron a tiempo, Perla se despidió con un beso en la mejilla de su madre, y con abrazos alegres de sus hermanos que se quedaron mirándola extrañamente mientras desaparecía entre tantos niños.

Beth: Bueno mis bebitos vamos a jugar a la plaza –les dedicó una enorme sonrisa a sus hijos, que la miraron con brillos en sus ojos-.

Ambos pequeños: Wiiiiiii!!!! –Gritaron al unísono-.

Tomaron de las manos a su madre y se dirigieron a la plaza principal de Beach City, la cual tenía muchos juegos y un enorme arenero. Este día iba cada vez mejor para los pequeños Olson, pronto vendrían nuevas sorpresas y nuevas aventuras.

HERENCIA: amor, odio y poder (S.U./AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora