ANILLO DE LA AMISTAD

54 5 0
                                    

El vuelo hacia Beach City aterrizó con éxito, las niñas y sus padres se dirigían hacia la mansión de Blue Diamond para pasar una maravillosa semana, además se sumaba que al día siguiente iba a ser navidad.

Llegaron finalmente a la dichosa mansión, fueron recibidos por las hijas de Blue, el mayordomo les indicó cuales eran las habitaciones de los invitados. A la hora todos ya estaban acomodados, se sentían como en casa, las pequeñas jugaban y las más grandes platicaban de cosas de la época, los adultos estaban en la sala tomando café colombiano, todo marchaba excelente para las dueñas de casa y sus huéspedes.

Así pasaban los días y pasó navidad, todos recibieron hermosos y caros regalos. Ropa, juguetes, joyas, relojes y algún que otro artefacto tecnológico que venía de parte de Yellow Diamond, que a pesar de no ir a ninguna de las fiestas, siempre se encargaba de mandar regalos a sus sobrinas. La felicidad se respiraba en la gran mansión, nada que hubiese sucedido en el pasado podría intervenir en estos maravillosos días.

Los días seguían pasando hasta que llegó el día sábado 28 de diciembre, era el día que Lapis estaba esperando con ansías, sus amigos iban a venir a conocer a sus primas. Ese día la peli azul se despertó temprano, así podría dejar todo listo para la tarde, los nervios y la ansiedad la estaban volviendo loca.

El reloj marcaban las 15:00 en punto, y la sirvienta se dirigió hacia la puerta para recibir a una mujer y a dos infantes. La niñera de las chicas Lázuli se dirigió hacia la puerta para darles la bienvenida a los invitados, rápidamente avisó a Lapis la cual salió corriendo a la entrada de la mansión.

Lapis: Hola señora Olson -recibió con una gran sonrisa a la mayor, para luego mirar a Perla y a Ruby, pero no encontró a su amiga Peri- Hola Perla y Ruby, pasen a la sala por favor -luego de mandar a los chicos a la sala se dirigió a Beth- ¿Dónde está Peridot? - Preguntó con cara de tristeza-.

Beth: Peridot no pudo venir, me dijo que te diera un recado, que la perdonaras por no poder venir a tu casa, pero que está enferma y no quiere que te enfermes por su culpa -le dijo con un tono dulce para calmar a la pequeña-.

Lapis: Oh, entiendo, pero ¿qué tiene? ¿Ella va a estar bien? ¿Necesita algo? -Con mucha preocupación, hacia una pregunta tras otra-.

Beth: Si, si ella va a estar bien, por el momento tiene todo lo que necesita, tiene gripe y debe hacer reposo para curarse pronto, no te preocupes ella es de enfermarse seguido -nuevamente trató de calmar a Lapis-.

Lapis: Bueno, pobre Peri. La extraño mucho y no sé si mañana podré ir a saludarla, sé que es su cumpleaños -dijo muy triste casi a punto de llorar- ¿Puedo darle el regalo de mi parte?

Beth: Claro que sí cariño -le dedicó una cálida sonrisa-.

Lapis: Muchas gracias, ahora voy a buscarlo, ya regreso -su cara pasó de estar triste a tener una sonrisa y brillos en sus ojos-.

La peli azul corrió a su habitación a buscar el regalo para su amiga, mientras Ágata y Beth intercambiaron unas palabras.

Ágata: Pobre Peridot, ¿cómo se enfermó? -Preguntó preocupada a su amiga-.

Beth: Ella es una cabezota, ayer mi marido estaba llegando a casa y Peridot salió corriendo a encontrarlo, le dije que no fuera a salir desabrigada, pero bueno... es Peridot, no le importó y salió corriendo igual. Cuando de golpe se resbaló con la nieve, que ya estaba descongelándose en la entrada, quedando enterrada en un montículo de nieve. Mi marido la sacó rápidamente y la metió debajo de la ducha para darle un baño con agua caliente, pero fue demasiado tarde ya estaba a los estornudos, a las horas comenzó a toser y la fiebre apareció -contaba seria cuando apareció de golpe Lapis con una cajita de color azul con un moño del mismo color y una tarjetita-.

Lapis: Aquí tiene señora Olson, espero que a Peri le guste lo que hay dentro, dígale que le deseo lo mejor en su cumpleaños y que la quiero muchísimo -le deba el recado a Beth con mucha ternura-.

Beth: Eres muy tierna pequeña, le daré tu regalo y le diré todo lo que me dijiste. Bueno debo volver a casa para cuidarla, mi marido va a venir a recoger a los niños a las 17:30 horas -dijo a Ágata, y luego se despidió-.

Ágata: Hasta pronto Beth y saludos para Peridot, que le deseo también un muy feliz cumpleaños.

Lapis: Adiós señora Olson, besos para Peri.

Se cerró la puerta y Lapis no podía creer que su mejor amiga no iba a venir, pero entendía que ella estaba enferma. Se dignó a ir a la sala y ponerse a jugar con sus primas y amigas.

Miraba como se divertían las demás y eso de cierta forma la alegraba, al fin y al cabo ella quería eso, que todas se conocieran y se divirtieran. Los más pequeños, Ruby y Zafiro, estaban dibujando, su hermana Sky estaba jugando con Amatista y Perla; Garnet, Rose y Holly Blue estaban sentadas en el sofá leyendo unos libros. Lapis contemplaba aquella escena con mucho amor, luego se acercó a Zafiro y a Ruby para dibujar con ellos.

(...)

En casa de los Olson, Beth llegó y se dirigió hacia la habitación en donde estaba Peridot. La niña estaba dormida, parecía que se estaba recuperando de a poco, eso alivió a su madre que se sentó a su lado y dejó el regalo de Lapis en la mesita de luz.

Beth: Princesa de mamá, esa pequeña te quiere mucho de verdad, espero puedan ser amigas para siempre y que nadie las separe, la persona que lo intente se las verá conmigo -susurró mientras acariciaba los cabellos rubios de su hija- Te amo hijita, que nunca te pase nada por favor -concluyó para luego retirarse a la cocina y así dejar descansar a la pequeña-.

Pasaron las horas, Perla y Ruby regresaron a casa, estaban muy felices porque habían jugado con sus amigas y se hicieron de nuevas amistades. Peridot estaba en su cama, esperando que sus hermanos le contaran todo lo que pasó en la mansión. En menos de diez minutos Perla le resumió todo, dejando a su hermana con las ganas de haber ido.

(...)

El domingo se hizo presenta en la casa de los Olson, pero no era cualquier domingo, era el cumpleaños de Peridot. Todos fueron a despertar a la pequeña, le cantaron el feliz cumpleaños, su madre le trajo el desayuno a la cama, su padre y hermanos le dieron su regalo, abrió el envoltorio y se encontró con un pijama blanco con caritas de marcianos estampados por toda la tela. Con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja, abrazó fuerte a todos agradeciendo el regalo y el desayuno.

Todos se fueron a la cocina para desayunar, excepto Beth. Ella se quedó con la niña para entregarle el regalo de Lapis.

Beth: Cariño éste regalo te lo mandó Lapis, te desea un muy feliz cumpleaños y que te quiere muchísimo, te mandó besos también -le entrega la cajita azul-.

Peridot: No se hubiese molestado -tomó la cajita entre sus manos y la contempló un momento, notó que había una tarjeta y le pidió a su madre que se la leyera-.

Beth: Dice: Feliz cumpleaños Peri, como no sé escribir le pedí a mi hermana Sky que lo hiciera, ella es genial. Puedes contar conmigo para lo que sea. Te quiero mucho hoy y siempre, mejor amiga Lapis.

Peridot: Que linda es -dijo con un pequeño rubor en sus mejillas- Vamos a ver qué hay dentro de la cajita -comienza a abrirla y dentro de ésta hay un anillo de color azul y en su interior había una leyenda, volvió a pedirle a su madre que le ayudara- ¿Qué dice mami?

Beth: A ver, que lindo es...bueno ahí dice Peri y Lapis amigas por siempre (Peri&Lapis friends 4ever), que dulce es tu amiguita -le entregó el anillo a su hija, tomó la bandeja en donde le trajo el desayuno, le acarició la cabeza y se retiró de la habitación-.

Dejó a su hija sumergida en sus pensamientos y en ese hermoso regalo que le hizo su amiga. Peridot tuvo uno de los mejores cumpleaños de su vida, dándose cuenta que el mejor regalo que podía recibir era el amor que le daba su familia y su amiga Lapis.

Esa amistad iba creciendo con el paso del tiempo, parecía que nadie ni nada podía contra ellas, eso era lo que creían ellas.






HERENCIA: amor, odio y poder (S.U./AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora