HERENCIA: amor, odio y poder (S.U./AU)

UN DÍA DISTINTO

Después de que la arrastró casi todo el camino, desde el salón azul hasta el coche que las llevaría al hospital, Amatista por fin soltó la mano de Olivia. Lejos de esperar alguna palabra de la joven rubia, ella solo se limitó a entrar al auto, la otra chica la imitó.

Durante todo el viaje, el único sonido que se podía escuchar en el interior de aquel vehículo era el del teclado del celular de Amatista, que no paraba de enviar mensajes vaya a saber a quién. Cuando por fin se había percatado de que un par de ojos verdes la estaban observando, dejó de lado su celular y decidió tratar de entablar una conversación con la dueña de aquellos ojos.

Amatista: ¿Cómo te sientes… emmm Olivia?- Se reprendió mentalmente por el hecho de haberse olvidado o haber dudado si ese era el nombre de la chica a su lado-.

Olivia: Sí, Olivia, y estoy bien. Gracias por preguntar y por acompañarme al hospital. Realmente no me agradaba la idea de ir sola, no me gustan los hospitales- su voz estaba tan triste como su dueña-.

Amatista: A nadie le agrada ese lugar, excepto a los doctores y enfermeras o eso creo- torció su boca para un lado, imaginándose a su hermana Rose divertirse dentro de un hospital- Lo bueno es que te sientes bien, a pesar de que tienes la nariz roja e hinchada como si te hubiese explotado un tomate maduro en él- su gesto facial se volvió neutro, su comentario no había ido con intención de burlarse de Olivia-.

Olivia: -Sin comprender el comentario sobre su nariz, entrecerró los ojos como tratando de analizar si había sido algo malo o un chiste, pero al darse cuenta de que era un comentario chistoso, abrió sus ojos como un plato y comenzó a reírse de manera rara, una risa casi nasal se liberó- ¡¡¡¡Un tomate explotó en mi nariz nyehehehe!!!!

Amatista: JAJAJAJAJAJA siiiiiiiiii, pobre tomate, no tenía la culpa- comenzó a reírse al compás de la otra chica- “¡¡Wow!! Sí que es graciosa si se lo propone”, pensó riéndose internamente también-.

Rieron un poco más hasta que José, el chofer, les avisó que estaban llegando al hospital. Ambas chicas se miraron, la peli lila le dio una mirada llena de fuerza y apoyo, y Olivia la miró agradecida.

El chofer les dijo que las iba a dejar en la entrada de emergencias, que él se iba buscar un lugar en algún estacionamiento cercano al hospital, que le enviaran un mensaje de texto o lo llamaran cuando lo necesiten, las dos señoritas asintieron ante la información del hombre.

Luego de que fueron dejadas en las puertas de la sala de emergencias, las chicas ingresaron esquivando algunas personas para poder dirigirse en donde estaba una enfermera. Le dieron todos los datos de Olivia y la enfermera les dijo que en minuto la nombrarían, estaban atendiendo a un paciente en estado muy grave.

Pasaron 30 minutos y milagrosamente se escuchó la voz de la enfermera llamando a la rubia. La chica se paró y antes de dirigirse hacia donde estaba la enfermera, se volteó hacia Amatista que también ya estaba parada a su lado.

Olivia: Amatista quédate aquí, no es necesario que entres conmigo- le pidió casi con vergüenza- Por favor, ¿Si?- le rogaba hasta con la mirada-.

Amatista: Esta bien, si es lo que deseas. Te espero por aquí nerd- le regaló una sonrisa y con una mano le desordenó el cabello a Olivia-.

Olivia: Gracias por entender, en realidad por todo, Amatista- sus ojos brillaban de alegría, por fin alguien era amable con ella-.