5/12/2016

4 0 0
                                    

Llovía, llovía mucho, veía correr el agua que me hacía olvidar su ida, con la esperanza de que volviera conmigo.

Me sentía triste, vacía, mojada bajo una fina lluvia de diciembre, hacía frío, mucho frío, parecía que iba a nevar. De veras, le echo de menos.

Decidí caminar por este frondoso bosque, hasta que encontré una pequeña cabaña, había luz, me asomé a la ventana y pude divisar a una pareja acurrucada frente a la chimenea, pensé que sería mejor no molestar y seguir caminando.

Ya era de noche cuando encontré bajo un pino los restos de un clavel seco y una ardilla muerta. No lo aguanté más, quería mi final feliz,quería verle, así que me senté bajo un árbol, empezó a nevar y me dejé caer en mi final, mi final feliz.

-

Disculpa mi ausencia, 

tanto tiempo esperando

mi llegada y presencia.

Estuve viajando

durante otras vidas

tras tu partida.

Olvida lo dicho,

todo pronóstico decidido

porque he vuelto

bajo el ala de tu cobijo.

Bueno, ahora estoy contigo

he muerto bajo un manto

en los brazos blancos nevados

de un árbol, un pino talado.

Y espero no irme más

ni olvidar mi pasado

ni morir bajo un árbol.

Dedicándote mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora