Una tarde salí a la calle, para despejar mi mente y pensar, caminé durante horas y me terminé cansando y sentando en un banco de un parque. Allí, encontré la más grande mis verdades.
Hacía viento, y mis pensamientos junto a él, se dignaban a seguir su ritmo frenético y a ponerle compás, sentido y belleza a ese vendaval de sentimientos. Imaginé durante mucho tiempo, cómo hubiese sido mi vida de otra manera, reflexionando, pensando.
Una fuerte ventisca se levantó, pero no me quería ir, mi imaginación pesaba, más que mi conciencia. Debía quedarme y terminar mis reflexiones, debía buscar las respuestas a mis preguntas. Hasta que, la fuerte ventisca trajo consigo un papel a mis pies, cogí el papel, lo leí, me levanté y me fui.
-
¿Cómo el viento me habla?
¿cómo los fuertes se acercan?
¿cómo responden preguntas?
palabras responden las mías.
Pero, ¿una sola palabra?
¿un gesto es una respuesta?
buscando entre entrañas,
sólo preguntas encuentro.
Recuerdos de medianoche,
me vienen a la cabeza,
me abruman los pensamientos,
matando los sentimientos.
Y el viento cada vez más fuerte
me nubla toda la vista
recoge y besa mi mente,
le da sentido a la inerte.
Vagando por el eco,
tocando resonancias,
abrazo todo el miedo
que siento a morir sola.
Y cómo una palabra
le da sentido a mi vida,
cómo "amor" de palabra
me pone de pie en mi partida.
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Dedicándote mis días
PoetryNi los poemas, ni las historias podrían expresar todos mis días de amor sin freno...