17/01/2017

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Era la noche de fin de año, todos listos para empezar el año juntos y con alegría, aún era pronto, estábamos con los preparativos, pero mi yo interior y mi pequeña yo me decían que algo no saldría bien.
Nos comimos las uvas, llegaron las doce y celebramos, bailamos, reímos y cantamos.
Se hacía de día cuando pensaba que mi yo se había equivocado.
Salía el sol y escuché un grito, alguien había desaparecido. De pronto, más desapariciones, más gritos, habían desaparecido todos, y mi pequeña yo estaba en mi mente como yo en la estancia: en un rincón llorando.
El sol se alzó, estaba sola hasta que alguien entró, corriendo me abrazó y me dijo: "Tranquila, sólo eran sombras, sólo tu mente."

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Pequeña me avisó
fui tonta y me alejé,
ella sabía qué mal acabaría
y así fue, vi a la muerte acercarse.

El final del año,
con él, el final de mi vida
bailando con mis sombras
que me atormentan día a día.

Cogiéndote de la mano,
besando el suelo dando gracias
a ti, al cielo y a todo
de estar viva y en la Tierra.

Bailando con las sombras
estaba en el peligro
palpando tu rostro
a tientas y a ciegas.

Me nublan la mente,
me cogen la mano
la queman por dentro
y me salvas de nuevo.

Dedicándote mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora