11/12/2016

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Todos olvidamos cosas a veces ¿no?
Tengo una pequeña historia escrita para ti, y da gracias porque soy manca de mente y no puedo escribir, me pinché con una rosa y a mi mente le dolió y olvidó, lo olvidó todo. Salvo una cosa, a ti.
A ti no te olvidó, quiso mantenerte sano y salvo en lo más profundo de mi mente, por eso tenía visiones de ti.
Decidí ir a buscarte por el mundo, con mi mente y mis pinchazos sin olvidar mi objetivo.
Y te encontré, en una cueva, agonizando. Había estado ausente todo este tiempo, y tú no sabías valerte sin mi amor, por eso estabas muriendo. Entonces yo te cosí, te abracé y te besé.
Pasaron los días, volviste a estar bien, hasta que la sombra volvió...

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Una sombra malvada,
se llevó nuestras almas
las separó en emboscada
y durmió sin remordimientos en cama.

¡Cuidado!¡Ya vuelve!
Gritabas tú escapando
tratando de olvidarlo
tratando de borrarlo.

Buscando la salida
buscándonos la herida
sanando como gatos
con saliva y sangre viva.

Logramos escaparnos
fundimos nuestras almas
cerradas con un candado
de llave perdida en el agua.

Cantando en armonía
la sombra decidida
marchose en su partida
con recuerdos de alguien.

Recuerdos de que te amaba
y no dejaba
disfrutarnos todo el día
disfrutar hasta la mañana.

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Mis mayores disculpas por el salto temporal, encontré escritos de este día y decidí publicarlos, a partir de ahora ya seguiré con la cronología que había dejado.

Dedicándote mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora