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Nuestros labios se unieron en un beso en el que se dejaba ver que estabamos deseando todo del otro. Mi lengua ingresó a su boca jugueteando con la suya, realizando la unión perfecta de ellas, lo besaba apasionado; yo sabía que quería tener a Cyclo de esta manera, dejandóme ver su lado dulce y apasionado. Mordí su labio inferior a lo que él soltó un pequeño quejido. Abrí los ojos para que nuestras miradas se encontraran, podía ver un futuro reflejado en aquellos ojos cafés que desde un principio me robaron la calma. Él sonrió y bajó sus manos a mi cintura, tomó la remera y la sacó, yo no ejercí ningún tipo de fuerza que le impidiera realizar tal acto.

Me levanté del sofá y me acerqué a Jose para despojarlo de toda su vestimenta, al terminar con su ropa yo me saqué los jeans y me acerqué a comerle la boca; exitado y deseando que me dejará ser el primero y el último en su vida.
Cyclo se recostó y yo me subí sobre él, besaba sus manos para ir siguiendo por el camino de sus brazos hasta llegar a los hombros, seguí un poco más y al llegar al cuello él echó la cabeza para atrás dandóme más libertad de mordisquear y besar.
Subí a su barbilla y le di un beso a esta, para por fin llegar a esos labios rosados y gruesos que insitan a cualquiera, nos unimos en un nuevo beso pasional para despúes tomar el elástico de su boxer para jugar con el un poco antes de quitarsélo, decidí que era el momento y en realidad ya no aguantaba más, logré que Cyclo se quitase el boxer, me levanté de nueva cuenta del sofá y yo me despoje del mío; regresé y tomé asiento, acto seguido Jose se sentó sobre mí, coloqué mis manos en sus caderas y él con una de sus manos masturbaba nuestros miembros mientras que con la otra acariciaba mi pecho.
Él realizaba un movimiento de cadera que me ponía muchísimo, me harté de estar sólo jugueteando.
—¿Quieres que yo...?.— Puede que suene tonto que preguntará ello, pero Jose podía arrepentirse y yo no quería obligarlo a nada.
—Sí no quisiese no estaría masturbandóte....¿no crees?.— Su respuesta me sorprendío y no pude responder nada, sólo me acerqué rápidamente a sus labios besándolo con tanto deseo, el deseo que Sofía nunca me hizo sentir.
—Joder, te amo tio.– Escuchar eso me hacía estremecer, no creí estar en tal situación nunca. Jose se levantó y se dirigió a la habitación, a lo que yo tuve que seguirlo, al entrar a esta él estaba sobre sus rodillas y antebrazos, especificando......en cuatro. No evite correr hacía él y acariciar sus glúteos y piernas.
Lamí dos de mis dedos. —Tio, esto seguro doléra, pero sólo un momento.– Quería que Jose estuviése tranquilo.
—Sólo.....haslo Pedro.— Acaté su orden y introducía despacio los dedos mientras él se quejaba de dolor.
Teniendólos dentro de él los dejé inmóviles y despúes me atreví a moverlos para lograr la dilatación de Cyclo. —Tio ¿estas seguro?, enserio que si no quieres mejor parámos esto.— Seguía buscando excusas pues el miedo que tenía era más fuerte que mi deseo, no quería hacer de nuevo las cosas mal y terminar liándola.
Pedro, dejáte de cosas de niñatos, ambos queremos ésto y bien lo sabes.— Con tal respuesta tomé la valentía suficiente y sin dar aviso introduje mi pene dentro de Cyclo a lo que él sólo pudo soltar un grito agudo provocando que yo ríera.
—Que "Hijoeputa" eres, eso me dolió hasta los cojones.— Me acerqué a su oído y le susurré
Tio que ahora te duele, pero te va a terminar encantando.— Dicho esto comenzé a embestirlo lentamente, él apretaba las mantas con fuerza mientras yo aumentaba la velocidad y le tomaba la cintura para que entrará más en su interior.
Nuestros gemidos se volvieron uno  sólo cúando logré tocar su punto sensible, me detuve un poco y me incliné un poco para besarle la espalada paseando las yemas de mis dedos por sus piernas, llegué a su oído y le mordí suavemente el lobúlo a lo que él giró la cara y me dio un corto beso en la mejilla. Volví a mi postura y de nueva cuenta comenzé mi trabajo mientras como paga obtenía los gemidos más exitantes de Jose y su calor. Mientras más tiempo transcurría más deseaba tenerlo a mi lado de por vida, le proporcioné una embestida con mayor fuerza y me corrí en su interior. Salí lentamente y él pudo voltearse y recostarse sobre su espalda, tomé su miembro y comenzé un vaivén lento mientras que con mi mano libre tomaba una de sus manos, así seguí aumentando la velocidad hasta que conseguí que Jose terminara.
Lo besé por último, me recosté y lo abracé firmemente apegandólo a mí.

-Jose,te quiero a mi lado siempre—

Y Siempre me tendrás.— Terminó esta oración y se escondió en mis brazos quedando dormido.

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Eu acá les dejo esto :3
Si les gusta esta fic me ayudarían dandóle ⭐ y compartiendo ^^ eso me motiva a dejar la paja de lado y actualizar xD.
Baiiff <3



~Una cárcel es una cárcel le pongas o no color.

Y Llegó Él ~CyterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora