Nude » h.s [Traducida al Español]

xxii

❝Cada ángel tiene su lado diabólico.❞

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[PUNTO DE VISTA de Angel] *advertencia: contenido sexual*

Sus labios eran tan suaves y tentadores y tenían sabor a vino haciendo que se me nublara la mente. Discutí conmigo misma si debía devolver el beso o simplemente alejarlo de mí pero el calor dentro de mí se estaba intensificando y esparciendo por todo mi cuerpo extremadamente rápido. Su mano cayó a mi lado y luego fue aún más abajo acariciando mi muslo y su otra mano tomó mi cabello haciendo que jadeara. Harry tomó eso como una buena oportunidad y deslizó su lengua dentro de mi boca y en ese momento sus manos se envolvieron alrededor de mi cintura tomándome en su fuerte agarre y le devolví el beso.

Mis manos encontraron su rostro y luego se deslizaron por su cuerpo vestido sintiendo los músculos debajo del grueso tejido. El detuvo el beso y lentamente se alejó tirando de mi labio inferior mientras sus manos subían mi vestido un poco más. Estaba respirando pesadamente intentando recuperar mi respiración y lo miré a través de mis pestañas viendo cuán oscuros sus ojos se habían puesto y cuán rosados y besables se veían sus labios. Realmente no es bueno para mí. Sus manos se movieron hacia mi muslo interno y mi respiración se entrecortó mientras ponía mis palmas en la pared detrás de mí para sostenerme. Harry se dio cuenta de eso y sonrió con suficiencia, atrayendo su rostro hacia mi oreja.

"Harry deberíamos detener esto." Dije sin que me importara mucho llamarlo por su nombre.

"Debes aprender a dejarte ir a veces y divertirte. Déjame mostrarte, Angel." Susurró y tomó mi mano en la suya, guiándonos hacia su habitación en un abrir y cerrar de ojos. La puerta se cerró detrás de mí y mi espalda estaba contra el pecho de Harry mientras él se movía hacia la cama.

¿Qué estoy haciendo? No, esto no puede pasar. Tomé toda la fuerza que tenía y me di vuelta para enfrentarlo.

"Deténgase, Sr. Styles" Dije con mi voz fuerte mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. Aunque él no parecía afectado.

"¿Por qué?" Dijo sonriendo con suficiencia nuevamente.

"Porque no quiero hacer esto, no de nuevo. Me hace enojar constantemente. No puedo soportarlo y estoy completamente segura de que no quiero ser otra Muñeca para que usted agregue en su colección." Dije frustrada intentando salir con una buena razón. Él tomó mi cintura y se sentó en la cama forzándome que me sentara en su regazo mientras tomaba mi cara.

"¿No es divertido? Yo tampoco puedo soportarte. Pero por una extraña razón te necesito, ahora mismo, y tu también. Los dos somos adultos Angel y creo que ya pasamos lo de la Muñeca, ¿no es así?" Dijo y no respondí. No sabía qué decir porque en el fondo ambos sabíamos que esa era la verdad. Tomando mi silencio  como un señal para que continuara él tomó mis caderas y me atrajo para que estuviera a horcajadas de él y lo dejé, como si estuviese en una especie de aturdimiento. El no perdió tiempo en pegar sus labios a mi cuello y mi cabeza volvió a caer mientras dejaba salir un silencioso suspiro.

"Tu cuerpo no puede negarme, cariño." Susurró contra mi cuello mientras sus manos vagaban por mi espalda para luego encontrar pronto la cremallera. Él desabrochó el vestido lentamente y se movió por debajo de mí tomándome en sus brazos y colocándome con mi espalda presionada contra la cama para que pudiera sacar el vestido. Él también desabrochó su camisa negra y se movió encima mio. Sin darme cuenta de lo que estaba haciendo rasgué con mis uñas su piel descubierta hacia el cinturón de sus pantalones y con otros pocos movimientos me arreglé para sacarle la camisa por sus hombros mientras él hacía lo mismo con mi sostén.

"Tan inocente." Murmuró con su profunda y ronca voz. Ahora él estaba inclinado sobre mí con su largo cabello tocando mi rostro. Mi pequeña figura tan miniatura comparada a la suya. De repente respiré temblorosamente al darme cuenta cuán expuesta estaba frente a él cuando sus ojos miraron por debajo de mi e inclinó su cabeza hacia mi pecho. Él tomó mis pezones en su boca y los chupó gentilmente y tiró de ellos con sus calientes, suaves labios. Mi cuerpo se arqueó en respuesta y mis labios se partieron mientras murmuraba palabras incoherente. Él sopló aire fresco hacia ellos y luego sus largos dedos se deslizaron suavemente hacia abajo por mi estómago.