Capítulo 49

1.3K 76 32
                                    

            DIAS DESPUES

El tiempo se había pasado volando después del susto que me llevé al creer que estaba embarazada, ahora me encontraba en mi departamento esperando a Simón, que al fin regresaba de Londres, para irnos al aeropuerto, ya que había llegado la fecha de la boda de Rose. Scott sí me había dado permiso de ausentarme un día, Jullissa, la nueva chica que trabajaba en la agencia, había resultado muy eficiente y de inmediato se puso al corriente de las cuentas, incluso llevó un par de clientes nuevos, así que no hubo ningún problema para tomarme el día.

Cuando escuché que tocaban la puerta mi corazón se aceleró, un mes alejados había sido una eternidad, a pesar de que a diario hablábamos y nos veíamos frecuentemente por la webcam, pero no era para nada lo mismo a sentirlo, olerlo, tocarlo y demás. Abrí y lo recibí con un gran abrazo, nos besamos desesperadamente, su sabor era realmente exquisito, mucho mejor a como lo recordaba y mi cuerpo se estremeció al sentir sus brazos rodearme y sus manos acariciando mi espalda en tanto yo le acariciaba el cuello y sus cabellos, cortamos el beso hasta que ya no podíamos respirar. Simón tomó mi rostro con sus manos.

- Hola corazón, me alegra tanto volver a estar contigo, te extrañé horrores.

- Yo también te extrañé muchísimo, cariño.

- Este fin de semana será inolvidable, lo prometo - me dio un beso en los labios - vámonos ya, corazón.

Tomó mi maleta y bajamos, volvimos a besarnos en el ascensor mientras con nuestras manos acariciábamos nuestros sexos encima de la ropa, anhelaba que me hiciera suya en ese momento, pero teníamos el tiempo contado. Salimos del edificio y nos estaba esperando un taxi, el chofer subió mi maleta a la cajuela y luego de subir, arrancó. Después de poco más de media hora llegamos al aeropuerto, registramos las maletas y caminamos a la sala de espera, yo me senté y Simón fue a comprar unos dulces.

- ¡Adele! - escuché que me dijeron y levanté la vista.

-¡Jack! - exclamé al ver al chico con rasgos orientales que me miraba con una gran sonrisa.

- El mismo, wow, que sorpresa, cuanto tiempo, déjame darte un abrazo - dijo y me levanté del asiento - dios, que hermosa te has puesto.

- Gracias, tú siempre tan amable.

- No es amabilidad mujer, es la pura verdad - exclamó separándose, pero sosteniéndome de las manos - de verdad luces maravillosa y radiante.

- Porque la felicidad se refleja en el rostro - exclamó Simón bastante serio y yo retiré mis manos, entonces él me abrazó por la cintura acercándome a su cuerpo - y Adele y yo somos muy felices, ¿verdad, corazón?, por cierto, ¿no me vas a presentar? - agregó molesto.

- Sí, claro, Jack, un ex compañero de la preparatoria, él es Simón Konecki... - no pude decir que era mi novio, Jack sabía de mi relación con Alex y además se llevaban muy bien, había estado en mi fiesta sorpresa de cumpleaños hacía dos años.

- Su novio, para mayor información - añadió aún más molesto.

- ¿Konecki?, ¿eres hermano de George, el jugador de Pieles Rojas?

- Sí - respondió en tono seco.

- Encantado de conocerte, admiró mucho a tu hermano, de los mejores jugadores actuales - dijo y le extendió la mano.

- Gracias, los Konecki siempre somos los mejores en todo lo que hacemos - respondió estrechándole la mano de mala gana y la retiró casi de inmediato.

- Adele, me dio muchísimo gusto verte, suerte en tu viaje.

- Gracias Jack, cuídate y buen viaje.

- Hasta luego - dijo incómodo y ya ni siquiera me dio la mano y se alejó.

- Es increíble, te dejo sola dos minutos y cuando regresó te encuentro muy abrazada y de lo más feliz con un tipo cualquiera que después te toma de las manos como si nada.

- No era un tipo cualquiera, fuimos juntos a la preparatoria y solíamos ser amigos, no estaba intentando besarme como la tal amiga tuya, ni me coqueteó en tu cara.

- "De verdad luces maravillosa y radiante" - exclamó arremedando su voz - ¿crees que soy idiota?, eso es coquetear aquí y en China.

- Era un cumplido de amigos, verdaderos amigos no como tu "amiguita", que casi se te echa encima en plena calle, ya me imagino que clase de amigos eran.

- ¿Y por qué la juzgas?, al menos ella no tenía novio cuando se acostó conmigo.

No pude creer que me echara eso en cara, la rabia y la desilusión me inundaron y le di una fuerte bofetada que hasta le volteé la cabeza de lado.

- No quiero volver a verte en mi VIDA - dije con los dientes apretados tratando de contener el llanto y me alejé.

- Perdóname Adele, por favor, perdóname no quise decir eso - dijo en tono suplicante alcanzándome y abrazándome por detrás.

- Suéltame, no quisiste decirlo, pero lo hiciste y no puedes borrarlo con un simple perdóname - dije con la voz entrecortada por las lágrimas.

- Soy un completo idiota lo sé, golpéame todo lo que quieras, pero no me dejes, por favor, te quiero demasiado y los celos me trastornan, no concibo la idea de que otro hombre te abrace y te agarre, perdóname te lo suplico.

- Piensas que voy a hacerte lo mismo que a Alex, ¿verdad? - dije soltándome y volteando para encararlo, limpiándome furiosa las lágrimas.

¿Estás libre esta noche?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora