– Me encanta como suena eso.
– ¿Hace mucho que despertaste? – pregunté mientras le acariciaba su mejilla.
– Como diez minutos, te ves tan hermosa dormida, tan pacífica.
– Tú me das esa paz – aseguré acariciando ahora sus labios – ¿qué hora es?
– 8:15 – respondió y luego besó mis dedos.
– Hora de levantarse.
– Sí, ¿quieres bañarte primero?
– Estaba pensando que... podríamos bañarnos los dos.
– Esa idea me fascina.
Nos levantamos y entramos al baño, nos lavamos los dientes. Después dejamos correr el agua de la bañera y mientras salía caliente nos besamos, luego nos colocamos debajo de ésta y nos enjabonamos el pelo mutuamente, él a mí y yo a él, nos enjuagamos y luego él tomó la esponja y comenzó a restregarme la espalda, bajó a mis piernas, me giré y me lavó los senos, el abdomen y los brazos, posteriormente yo hice lo mismo con él. Una vez que terminamos nos abrazamos y nos besamos bajo el chorro de agua tibia, la sensación era maravillosa, excitante, pero sabía que nos esperaban y no intenté nada más ni él tampoco. Cerré la llave, él tomó una toalla, me secó, y luego yo a él también.
Salimos y nos vestimos, yo me puse una camisa ligera y unos pantis, él también una camisa y un pantalon. Me cepilló el pelo y yo a él, sin decirnos nada, era un momento mágico en el cual las palabras salían sobrando.
Cuando terminamos bajamos con las manos entrelazadas. En el comedor estaba toda la familia y me enterneció tanto ver que George le estaba dando fruta a Mainly en la boca, quien estaba encantada de que su marido la consintiera.
– Buenos días – dijimos Simón y yo al mismo tiempo.
– Buenos días, hijos – respondió Paulett con una tierna sonrisa.
– Vaya, pensé que no se levantarían a tiempo, par de... tórtolos – exclamó George.
– Amor, es muy temprano para que empieces a molestar – dijo seria Mainly
–Cierto, mi hijo no debe enterarse de las travesuras de sus tíos – señaló mientras le acariciaba el abdomen – aunque quizá pronto podrías tener con quien jugar – añadió
Mainly tomó un trozo de piña con el tenedor y se lo puso en la boca a George mientras todos nos reímos. Simón y yo nos sentamos en una orilla de la mesa, frente a Rose y William que se veían nerviosos.
– ¿Listos para el gran momento? – les pregunté.
– Sí, más que lista – respondió Rose entusiasmada.
– Yo también, aunque la verdad, tengo un poco de nervios – exclamó William
– Es comprensible, pero estoy segura que les va a ir muy bien, se ve que se adoran.
– Eso sí, esta hermosa niña me conquistó desde la primera vez que la vi.
– Y tú a mí, osito, nunca imaginé pasar mi vida con alguien más.
– Sha la la la la la – empezó a tararear George la canción Historia de amor.
– No nos critiques – dijo Rose y le sacó la lengua – o te grabo dándole de comer a tu esposa y lo subo al Youtube para que te vean tus seguidores – agregó riéndose.
– Pequeña malévola, no serías capaz.
– Sabes muy bien que sí, no me retes.
– Tranquilos chicos, discúlpalos Adele, creo que les dimos demasiada libertad de niños y por eso ahora se comportan así – aclaró Josh.
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¿Estás libre esta noche?
Fanfiction- ¿Estás libre está noche? - dije atropelladamente cerrando los ojos como si él me estuviera viendo. - Sí, ¿en dónde nos vemos? - respondió y casi pude asegurar que sonreía. - No lo sé, tú dime - no iba a citarlo en mi departamento, alguien podría v...