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Llevaba corriendo por las calles un buen rato y aún no lograba perder de vista al par que le perseguía.

Se adentró en un callejón donde fue alcanzado y acorralado por ambos hombres.

Se adentró en un callejón donde fue alcanzado y acorralado por ambos hombres

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-Por favor- rogó- ...déjenme ir.

-Me temo que eso no será posible- le dijo uno

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-Me temo que eso no será posible- le dijo uno.

-A menos, claro, que nos entregues todo lo que traigas

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-A menos, claro, que nos entregues todo lo que traigas.

-P-pero... yo no tengo nada.

-¿Nada?

Ambos sujetos se miraron, acercándose más a Kunpimook.

Le dieron el primer golpe...

 a los que le siguieron más y más

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... a los que le siguieron más y más.

 a los que le siguieron más y más

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Se detuvieron por un momento.

-Aún hay algo que puedes darnos- sonrieron con sorna.

Uno de ellos rozó su mano en la cara del menor, gesto que fue rechazado casi enseguida.

No tuvo una mejor idea que golpear fuertemente la parte sensible de aquel que estaba más cerca de él

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No tuvo una mejor idea que golpear fuertemente la parte sensible de aquel que estaba más cerca de él.

Que en realidad fue mala porque, mientras este se retorcía de dolor, el otro hombre le tomó por el cuello de la sudadera

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Que en realidad fue mala porque, mientras este se retorcía de dolor, el otro hombre le tomó por el cuello de la sudadera.

Antes de que alguno de los dos pudiera hacer cualquier cosa, el hombre que lo sujetaba cayó al suelo.

Antes de que alguno de los dos pudiera hacer cualquier cosa, el hombre que lo sujetaba cayó al suelo

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Un pelirrojo le sujeto de la mano comenzando a arrastrarlo con él hacia quién-sabe-dónde.

Un pelirrojo le sujeto de la mano comenzando a arrastrarlo con él hacia quién-sabe-dónde

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El Chico de la Capucha RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora