Mofletes.

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-Cacheton, vamos. Solo diez más y nos iremos.

Soltó un gruñido ganando una risa del mayor. A veces se preguntaba si el mayor disfrutaba viéndolo sufrir.

-10-9-8...

Había estado pasando más tiempo del normal con Yoongi. Iba por el después de clases, le había dicho que no pensaba dejar que metiera ningún tipo de comida frita en su boca por los próximos meses, lo cual se estaba volviendo tortuoso hasta algún punto. Y el que su madre estuviera encantada con el rubio, solo lo alentaba a volver una y otra vez. A veces dudaba que Yoongi tuviera casa, de no ser porque Taehyung corría detrás de él para llevarlo de nuevo, pensaría que era un vagabundo.

-7-6-5... Dame 5 más, Minnie.

Sintió el rojo escalar hasta sus mejillas, únicamente su madre le llamaba de esa manera y tal vez Jin de vez en cuando, y el que el rubio hubiera comenzado a usarlo, lo hacía sentir aún más apenado.

-4-3-2...1. Bien hecho Cacheton, hora de irnos.

Sintió el hueco en su estómago de nuevo, ese que había tenido durante los primeros veinte minutos y desde hace tres días. El único momento del día en que Jimin lo olvidaba era cuando el rubio estaba a su alrededor, haciéndolo sudar o haciéndolo sonrojar. Que francamente a esas alturas Jimin no sabia que disfrutaba más.

-Taehyung. Uh...el quería...¿verme?.- soltó bajo mientras veía sus manos. No quería, de verdad que Jimin no quería.

-¿Me estás preguntando si Taehyung quería verte?.- la voz del rubio era juguetona.

-¿No?.- tiembla ligeramente mientras se hunde en su sudadera. Desearía seguir corriendo en lugar de caminar con Yoongi a ese horrible lugar.

-Lo dudo, Taehyung estará en su primer reunión de su club de Jenga o lo que sea.-asiente sin apartar la vista del suelo. Él pelirrojo últimamente había estado muy ocupado entre sus clases y su club personal.-¿Vamos?

Asintió resignado y comenzó a seguir al rubio atravesando el campo, hasta los vestidores donde ambos tomaron la puerta a la izquierda, la misma que Jimin había tomado tres meses atrás.

Yoongi le había dicho que hoy lo pesarían de nuevo. Aunque trato de persuadir al rubio con un "Yoongi Hyung, por favor", y solo obtener a cambio un "No me importa que tan adorable seas Cacheton".

Es fin de mes, el momento para saber si todo su esfuerzo durante estos largos días había valido algo la pena.
Había seguido rigurosamente la dieta y el rubio había subido el nivel cada día, más saltos, más flexiones, más abdominales al punto de hacerle creer que podría explotar en cualquier momento.

Ambos entraron en completo silencio y sin que el rubio se lo pidiera se deshizo de su pesada sudadera, aún no lograba sentirse cómodo sin ella. Olía justo como Jimin lo recordaba, el rubio tarareaba mientras quitaba sus deportivas. El vestidor estaba en completo silencio. Yoongi había dicho que lo podía hacer el o Hoseok, pero de alguna manera medianamente enferma Jimin sentía menos pena frente al rubio.

Soltó un suspiro y subió dando la vuelta rápidamente, mientras Yoongi se acomoda a su lado. ¿Y si no logró nada? ¿Si solo ha hecho perder su tiempo a todos? ¿Cómo podría ver a Namjoon o a Yoongi a la cara?

-Debo de admitir que esto no lo esperaba...-el silbido que suelta Yoongi no hace nada más que ponerlo aún más nervioso.

-Y-yo, uh. ¿Lo siento?

En realidad no comprende porque se disculpa, pero la opresión en su pecho lo hace querer llorar repentinamente. Se aparta de un salto de la báscula y ata lo más rápido que puede sus cordones.-Y-yo debería irme.

Chubby.|YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora