El rubio trago duro por quinta vez tratando de controlar el impulso de ir y enterrarle un desarmador al imbecil detrás de él.
-¿Quieres dejar de seguirme?.-giro molesto. Había sido más de veinte minutos de caminata de escuchar todas las variantes posibles de su nombre salir del mismo idiota.
El rubio fingió sorpresa deteniéndose en el instante.
-Oh, cierto. Jin, te presento a SeokJin mi perra, pero está de más, ¿no? Entre ustedes se entienden.
//¿Listos para un maratón?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.