Capitulo 8.

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Sintió como los espasmos recorrían su cuerpo, sintió a Sasuke entre sus piernas. Se inclinó, respirando agitadamente.


- Sasuke… - gimió. Y él lo deseaba, deseaba que gritara su nombre. La cogió de los muslos apretándola más contra su boca. Ella jadeo de placer. Pero a pesar de todo, aun le quedaba algo de cordura, antes de que pasara lo peor, antes de que el placer la dominara. – No… Sasuke…

Él. se asomó entre sus piernas, relamiéndose los labios. Ella aprovechó ese momento para apartar las piernas y cruzarlas. Sasuke se sentó a su lado, saboreando hasta el último hilo de flujos de Sakura que aún yacían en su boca.


- ¿Qué pasa? – le dijo apartándole el pelo, acariciándole el cuello con los hinchados labios, llenos de la propia lujuria.


Sakura no pudo evitar mirar el esbelto torso sin el jersey. Musculado, trabajado… perfecto. Entraban ganas de sobarlo hasta cansarse.


- No… no tengo ganas. – mintió.


Sasuke arqueó una ceja. Luego se hechó a reir.


- ¿Qué no tienes ganas? – dijo poniéndose en frente de ella - ¿Qué no tienes ganas de tener sexo conmigo?


Sakura negó con la cabeza.


- Es imposible.


- No, eres creído.


- Si casi, casi te tenía… estabas súper excitada… no puedes decirme que no tienes ganas. – dijo inclinándose para besarla, pero Sakura lo rechazó. – Ah… ¿con que esas tenemos?


- ¿No que separabas el trabajo de las relaciones? Pues olvídate de mi ¿si? – dijo ella con arrogancia – te odio, no quiero nada de ti, ni tus besos, y menos tu cuerpo.


- Mentirosa. – dijo Sasuke sonriendo – me deseas más que a nada.


- No, eso es lo que tú te crees. Te crees que eres el centro de atención, que cualquier mujer se acostaría contigo. Y no es así. Yo no me acostaré contigo, no me gustas. Si quieres echar un polvo te buscas una muñeca hinchable.


- Oh, muñeca… - dijo Sasuke ahora serio. ¿Por qué las palabras de esa mujer lo afectaban? Nunca había sido así – No tengo por qué comprarme una de esas estupideces cuando tengo a un tercio de la población femenina de Los Ángeles queriendo follar conmigo.


- Entonces cógete a una de esas putas. Pero a mí, déjame.


Sasuke enfadado por el rechazo, se dirigió a la puerta y se fue de la habitación donde se encontraba Sakura.


Protegeme [Sasusaku] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora