Capitulo 8

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Semanas después…

–Ya Corey, estoy bien –gruñí sentándome frente al mostrador, había tenido un pequeño mareo, pero no era nada, Corey como siempre se preocupa demasiado.

–Aun así, casi tienes 7 meses y… –titubeo al no saber que decir– no se, no deberías estar aquí sino en casa descansando.

– ¡Estoy bien! –Farfulle cruzándome de brazos– si me siento mal te lo diré, lo sabes.

–Bueno –contesto Corey dándome un beso en la cabeza– te quiero.

–Yo también te quiero –susurre dejando a un lado el enojo de hace un momento.

– ¿Mucho? –me pregunto él acercándose a mis labios.

–Mucho.

Sonreímos y Corey acerco sus labios uniéndolos con los míos, entrelazándolos suavemente, congelando el momento, solo él y yo. Nos separamos y Corey se fue a la trastienda para llenar formularios y cuentas bancarias, yo tome el libro que había traído hoy y me puse a leer hasta que la campana de la puerta me distrajo.

–Hola bienvenid… ¡¿tu que haces aquí?! –chille al ver a mi hermano, hace meses que no lo veía, él me miro sorprendido, pero siempre con su pose de “adulto”.

–Quiero hacerme un tatuaje –admitió sonriendo socarronamente.

– ¡No lo harás! –exclame solo tenia… la edad que tuviera.

– ¿Qué pasa aquí? –pregunto Corey poniéndose a mi lado.

–Nada, no pasa nada –conteste– así que vete, no te harás un tatuaje –me dirigí a él.

– ¿Y tu que harás? ¿Decirle a mamá? –me provoco.

–Si, lo hare –dije y tome mi teléfono escribiéndole un mensaje rápido, él me miraba con los ojos como platos, pero al mismo tiempo no quitaba su pose.

Minutos después su teléfono empezó a sonar, cuando él vio el identificador de llamadas abrió la boca sorprendido, contesto e intercambio varias respuestas cortas. Colgó para solo darme una mirada de odio y se fue.

– ¿Qué fue eso? –pregunto Corey después de que él salió.

–Mi hermano –dije sentándome, mi teléfono sonó era mi mamá.

– ¡Contesta! –exclamo Corey al verme titubear.

–Mamá…

–Hope… ¿podemos vernos?

–Si, supongo –dije y me encogí de hombros por inercia– ¿estas en casa?

–No, estoy en el centro comercial, ¿Dónde esta tu hermano?

–Se fue de la tienda, yo estoy en ella, ¿puedes venir? –pregunte, quería que Corey estuviera aquí como mi apoyo.

–Si, ahora voy.

Colgamos sin decir más, respire profundamente. Oh Dios. Hace casi 4 meses o más que ni por error había visto a mi mamá después de que me dijo todas esas cosas, ni siquiera quiero recordarlo, la campana sonó y yo quería salir corriendo a esconderme.

–Hope…

Escuche la voz de mamá y solo entonces levante la mirada, Corey se aparto de mi lado poniendo su mano en mi espalda para empujarme hacia ella.

–Hola mamá –murmure tocando mi vientre, como si quisiera ocultarlo, lo cual era imposible.

–Hope –repitió ella acercándose– lo siento.

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