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Estaba lloviendo, las gotas impactaban con fuerza contra las hojas en las copas de los árboles y resbalaban por las ventanillas de los autos.

Un clima que arruinaría los planes de muchas personas, un clima bastante desagradable. Pero un niño lo disfrutaba, le gustaba seguir el camino que recorrían las pequeñas gotitas en el vidrio de la ventanilla del taxi, le gustaba ver como las gotas se juntaban y caían con más fuerza, le gustaba hacer dibujos sobre el vidrio empañado.

Kim MinSeok, estaba por cumplir sus dulces diez añitos cuando su hermano mayor y única familia decidió que sería buena idea mudarse de su departamento a una casa un poquito más grande.

No era una mansión, pero la casa de dos pisos era bonita y confortable, contaba con dos habitaciones, una pequeña sala, una cocina, los baños, un jardín amplio en fín, todo lo necesario para una familia tan pequeña como la de MinSeok.

En estos momentos se dirigía a conocer su nuevo hogar, muy emocionado por lo bien que le había hablado su hermano sobre la nueva casita. Hablando del hermano, pobrecito estaba muy cansado, y se le notaba porque para tener solo 20 años sus ojeras eran bastante profundas. MinSeok entrelazó su mano con la de él, su mayor sonrío y le revolvió un poco el cabello, había estado trabajando tan duro para darle a MinSeok una mejor vida, tenía al mejor hermano del mundo y no podía estar más agradecido.

Llegaron a la casa en unos minutos, fue un trayecto corto, entraron rápidamente, ambos muy emocionados, el hermano mayor como siempre preocupado se aseguró de mantener el paraguas sobre la cabeza de MinSeok como si su vida dependiera de mantener aquella cabecita seca.

Le enseñó su cuarto, un poco improvisado pero bonito, lo que más le gustó a MinSeok fue la litera situada contra la pared. Su hermano había sido tan considerado como para traer la misma litera que compartieron alguna vez cuando eran más pequeños. Obviamente siendo MinSeok aún un niño le emocionaba tener el mueble para el solo, lo visualizaba como si fuera un barco pirata, con sus ojitos inocentes.

Mentiría si dijese que no esperó con ansias la entrada de la noche para poder dormir como el rey de su pequeña fortaleza, las horas le parecieron eternas hasta que la luna hizo acto de presencia, y con ayuda de las estrellas otorgaron un suave brillo filtrado por la ventana a su habitación.

Su hermano le deseo buenas noches, era temprano pero MinSeok comprendía lo cansado que el mayor debía estar, así que no insistió en mantener las luces prendidas cuando su hermano anunció que era hora de dormir. Finalmente, apagó el interruptor de la luz, subió las escaleras hasta llegar a la parte superior de la litera, y se acurrucó hasta quedarse dormido.

MinSeok no solía soñar con nada, lo único que veía al dormir era un fondo negro, pero esta vez fue diferente. Vio unos ojos muy delicados, color dorado, a lo lejos, obviamente pertenecían a una persona pero pasa muy a menudo que cuando estás en un sueño no puedes recordar detalles como esos, y MinSeok no pudo recordar nada más que aquellos ojos almendrados cuando un soplido helado en su oreja lo despertó a eso de las tres de la madrugada.

Se hubiera vuelto a dormir al instante, pasando esa pequeña interrupción en su sueño como un sobresalto sin importancia. Pero no pudo cerrar los ojos, cuando sintió los movimientos de las sábanas en la colcha de abajo.

El corazón se le detuvo cuando reparo en la presencia de alguien más en su cuarto, se puso pálido como una hoja de papel, trató de convencerse a sí mismo de que era su imaginación que lo estaba traicionando, pensó incluso que podía ser su hermano el que se movía en la cama de abajo... Pero la puerta estaba cerrada.

Quiso llorar, quiso gritar cuando sintió que la cama dejó de moverse, y que en lugar de eso se escucharon dos pisadas sobre el suelo de madera. Ese alguien que estaba con el lo había notado despierto...

Sabía que se estaba poniendo de pie, lo sentía por el leve crujir de la madera, o simplemente lo sentía. Entonces MinSeok con el corazón oprimido cerró los ojos, con mucha fuerza. Aquello estaba de pié, lo estaba mirando, el pequeño se escuchó sollozar cuando ademas de todo sintió una mano fina y delgada acariciar su rostro. MinSeok sólo pudo gritar, gritó con todas sus fuerzas hasta que escucho el sonido del interruptor de la habitación de su hermano, y sintió las luces del pasillo encendidas, pero no abrió los ojos hasta que la cálida mano de su hermano sujetó la suya propia.

- ¡J-Junnie!- sollozos abrazando al mayor por el cuello, como pudo aún sobre la litera.

-¿Qué tienes MinSeok? ¿Por qué gritas?- Junmyeon lo ayudó a bajar de la cama, y lo estrechó entre sus brazos.

MinSeok no quiso decirlo, no quería principalmente porque no quería quedar como un tonto ante el mayor, simplemente le insistió entre sollozos que duerma con él solo por esa noche.

Su hermano aceptó, no cuestionó más y lo llevo a su habitación, lo arropó con cuidado y se quedó abrazándolo hasta que el pequeñito pudo dormir tranquilo, y pasó el resto de la noche como se supone debería, aunque con el miedo de encontrar a aquello al día siguiente en su habitación.

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Dedicado a nekitatierna (Sorry por la tardanza)

Hace mucho tenía esta historia empezada, la idea original era hacerla un oneshot o algo por el estilo pero... ¡Me di cuenta de que era imposible realizar mi idea en un solo capítulo! Así que escribí dos y luego tres.

Ahora está mierda cuenta con 11 capítulos en mis borradores :')

Con tantas historias en edición no debería empezar una nueva but... No importa TT

Eso es todo, disfruten mi amorfo XiuHan, serán capítulos cortos para no hacer la lectura pesada y eso...

PD: El hermano no fue Ji Yong ¿Cómo se quedan? Para que vean que mi vida no gira alrededor del XiuDragon ahr

Gracias por leer ^^

Íncubo (XiuHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora