MinSeok reía divertido por todas las historias tan ocurrentes que JongDae contaba, era tan ameno y tan natural. Sobre todo a MinSeok le gustaba que fuera tan parlanchín, siempre tenía algo nuevo que decir.LuHan por su parte estaba molesto, siempre que JongDae se presentaba MinSeok parecía prestarle más atención a él.
— Suficiente Dae.— Interrumpió su monólogo.— Ya es tarde, vete.—
JongDae hizo una mueca.— Que aburrido eres hyung, no se como Minnie te soporta.—
—Adiós.— insistió LuHan cruzándose de brazos.
—Bien, bien...adiós Minseokkie.— acarició el cabello del pequeño.
—Adiós JongDae-ssi.— Le sonrió el niño.
Dicho y hecho, JongDae salió como una sombra a través de la ventana.
LuHan suspiró y se sentó en la cama de abajo de la litera.
MinSeok ya estaba arropado en la cama, a petición de JongDae que al parecer era más considerado de lo que LuHan imaginaba.—Oye...— MinSeok llamó la atención del mayor.
—Ya es hora de que duermas.— anunció LuHan, listo para desaparecer él también.
Cuando estaba por ponerse de pie una manito cálida sujeto la suya. Él se giró para encontrarse con los ojos brillantes de Kim MinSeok, se sintió tan extraño, algo nuevo, algo que le quemaba desde el pecho y la calidez se extendía por todo su cuerpo, algo que le aceleraba el corazón congelado.
— ¿MinSeok?—
El niño tiró suavemente de el y plantó un tierno beso en la comisura de sus labios.— Buenas noches Lu-ge.— Sonrió y volvió a su cómoda posición para dormir.
LuHan se quedó mirándolo hasta que por fin se quedó dormido. Incluso cuando MinSeok ya estaba en un sueño profundo siguió observando cada detalle de su rostro, tan infantil con un brillo niquelado y labios tan dulces que sin duda no podían ser buenos para un demonio.
Pero LuHan no era el único que miraba a MinSeok esa noche. Como ya dije antes, JongDae era un demonio muy hablador, no sabía realmente cuando cerrar la boca y así terminó por contarle acerca del nuevo juguete de LuHan a uno de sus amigos cercanos.
Él tenía ojos preciosos, más que eso, eran tan impresionantes que no podían ser reales. No por tener algún color extravagante, no eran dorados como los de LuHan o los de JongDae pero eran sin duda alguna más penetrantes, más brillantes y más cautivadores.
¿Cómo es eso posible? El extraño tenía los ojos tan negros como la noche, tan negros como la sombra más oscura o como la fosa más profunda, tan hipnotizantes como ellos sólos, los ojos del chico miraban curioso al pequeño sobre la cama, la esclera tan blanca de sus ojos hacía ver sus pupilas redondas aún más negras de lo que ya eran.
Él sonrío, sus rasgos eran finos casi andróginos, su sonrisa lo hacía ver tímido y dulce (cosas que sin duda no era). Pasó una mano por su cabello blanco, y lo peinó un poco con elegancia. Kwon Ji Yong, renovado en energías y osadía no había visto nunca a un niño como aquel, tan pequeño, dulce e inocente que le provocaba comérselo. Literalmente.
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Salu3
Llegó el clásico 😂👏
Pero tranquilos, aún vendrá más harem en esta wea *Aplauding*Gracias por leer ^^
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Íncubo (XiuHan)
Fanfiction¿Por qué esas personas tan inocentes son apetecibles para las criaturas siniestras? MinSeok se mudó a una casa nueva junto con su hermano, el no sabía que a penas cruzara la verja del jardín, su vida cambiaría por completo. Tal vez no para bien. Uno...