Enemigos de dia, amantes de noche; Sekaiichi Hatsukoi

01. Día

01. Día.

Universidad, el único título que significara en tu vida. La mejor etapa que te dará esas extraordinarias experiencias que contar cuando viejo. Solo una parte de tu vida, que te lleva a la realidad de la sociedad, te de esa última oportunidad de enloquecer y te extiende ese camino de perdición. La universidad, una institución que absorbe todo de ti por lo que varias tazas de café serán necesarias para hacerte despertar.

Vivir como un universitario es agradable, el un momento de aprender y no dejar que nada se te escape. Vivir en dormitorios te ayuda a independizarte al menos solo un poco, cuidando de ti por ti mismo y velando tus estudios sin necesidad de algún regaño de tus padres. Mi estadía de la universidad debía ser grandiosa, era lo único en lo que podía pensar en mi primer año pero hoy, iniciando mi segundo año de Universidad, puedo estar seguro que aquellas lindas palabras que volaban con entusiasmo por mi mente, solo eran una ilusión mas, o al menos, solo para mi...

—Hazte a un lado estorbo—. Escuche al sentir el frío metal de mi casillero en mi rostro al haber sido empujado.

La razón por la cual mis tontas fantasías no podían ser realidad, solo se debían a una persona. Takano Masamune.

— ¿Estás bien? No puedo creer que haga esto—La castaña junto a mi tomo mi hombro, alejándome de mi casillero viendo la rojiza marca. Mi mejor amiga, Ann-chan.

—Sí, no te preocupes—Dije sin mucho interés.

Este tipo de situaciones se volvieron normales para mí. Sin saber porque o como sucedió, me había vuelto el objetivo de "El gran Takano Masamune" un chico un año mayor, quien buscaba victima para acosar hasta que se aburría de esta, por alguna razón, desde mi traslado todos me han dicho que soy el único con el que ha durado mucho tiempo, según voces dicen que al termino de unos meses se aburría y buscaba a otra persona pero conmigo fue diferente. Desgracio o bendición, realmente no entiendo la diferencia.

Es absurdo pensarlo pero, desde la primera vez que conectamos miradas en aquel taller en común, me enamore, caí ante él. Por supuesto que las cosas deberían cambiar al tener que ser yo, quien soporte sus tontas bromas y burlas sin embargo, eso es algo que no puedo decidir.