Enemigos de dia, amantes de noche; Sekaiichi Hatsukoi

11. Un par de tontos.

11. Un par de tontos.

Todo era un caos. Cada uno de nosotros alterados sin saber que hacer, principalmente Takano y yo, aunque lo demostrábamos de diferente manera. El teléfono se había perdido, y con el, esa foto donde estoy besando a Takano-san. Cualquiera podría ver esa foto, y si eso ocurre, todo se descubriría. 

¿Por qué debía pasar esto? Es una locura.

—Maldición, dime qué borraste la foto Akihiko— Levantó un poco la voz, algo frustrado con todo. Estamos un poco retirados del campamento, cuidando el tono de voz para no ser escuchados.

—Borre la foto—dudó. Espera, ¿De verdad?

—¿En serio?—Intervine, haciendo a un lado al azabache que estaba frente al peli-plata, esa luz de esperanza que le daba un respiro a mi atormentado corazón. Lastima que era eso, solo un pequeño respiro.

—Diablos, no—resopló,—¿En serio crees que borraría mi único pase para estar con Misaki?— Definitivamente quiero golpear a esta persona, esa descuidada manera que tiene para hablar está alterándome.

—¿Cómo pudiste ser tan descuidado?—Takano se molestó, todos estamos tensos por la situación. A decir verdad, la única tranquila es Ann.

—¿Descuidado?—Repitió. Mostrando esa sonrisa. Supongo que eso era algo que no debía decir. —¿Me llamas a mi descuidado? ¡Lo dice el idiota que mantiene una relación en secreto que de secreto no tiene nada!—Le gritó a Takano, acercándose peligrosamente. Demonios.

—¡Debiste borrar la foto en el primer momento! —Lo empujó, encendiendo esa chispa que claramente Ann y yo notamos. Genial, lo que faltaba. —Eso hacen los amigos—

—¿Así que ahora soy un mal amigo? ¡Ven aquí idiota!—Demasiado tarde para interferir, era muy claro lo que pasaría. Usami-san se abalanzó contra Takano-san, siendo este quien parecía querer llegar también a esa solución, los golpes.

Solo podíamos ver a ese par comenzar a rodar sobre el suelo. Realmente no estaban haciéndose daño alguno, quizás solo está era su manera de arreglar las cosas y sacar su frustración.  ¿Cuándo dejaran de comportarse como unos niños? —¡Ya! Ha sido suficiente—Jalé del brazo a Takano-san, viendo cómo Ann alejaba a Usami-san con algo de esfuerzo. —Así no arreglaremos nada—

Desviaron la mirada, respirando con dificultad. Sus ropas ahora estaban sucias, pero afortunadamente, sin ningún golpe en la cara. Esto es un desastre sin embargo, no hay nada que podamos hacer por el momento. —¿No dijiste que tú teléfono se quedó sin batería? Cualquiera que encuentre el celular no podrá ver la foto al menos en lo que dura el viaje, solo necesitamos encontrarlo en estos días—Explicó Ann, calmándonos un poco a todos con eso.