Mi móvil enpieza a vibrar. Alargo el brazo hasta la mesilla sin apenas moverme de la cama.
''Tienes 2 nuevas interacciones y un nuevo mensaje directo''
Abro el mensaje.
'' Hola :) Soy yo otra vez. Me he enterado de que eres de Madrid.. Yo también. Y bueno, me gustaría que hablásemos y que .. quedasemos para tomar algo o no sé. No te conozco de nada pero tengo la sensación de que tengo que hacer algo para ayudarte. Un beso ''
Pero, ¿y este chico? ¿De dónde ha salido? ¿Se ha vuelto loco? Cualquier persona que lea a diario mi twitter pensará que estoy loca, que estoy enferma. Y es que en el fondo lo estoy. No sé que contestarle. Además, ¿cómo voy a quedar con él? Si lo hiciese me pondría super nerviosa y empezaría a decir tonterías y.... ¿Qué hago? -Pienso mientras vuelvo a leer el mensaje otras dos veces-
Entro en su perfil. Leo su biografía. Y miro alguna foto suya. Es rubio, pelo largo, parece alto y tiene los ojos verdes azulados. La verdad es que es muy guapo. ¿Cómo puede un chico así perder el tiempo mandando mensajes a alguien como yo?
Suspiro. Cojo aire y decido contestarle.
''Hola. Bueno, la verdad es que no me esperaba un mensaje así. Pero.. no estoy segura de que sea buena idea. No nos conocemos de nada. Y no es que no me fie de ti pero... Aún así te lo agradezco mucho. Un beso''
Así está bien. Es lo mejor que puedo hacer.
Pongo la alarma a las 6.45, vuelvo a dejar el móvil en la mesilla y apago la luz.
(...)
No sé por qué, pero sonrío. Estoy sonriendo. Yo sola. Y es de verdad. Es la primera vez que sonrío en todo el día. Es una sensación extraña.
Me acuesto de lado y cierro los ojos con la esperanza de que mañana sea un día diferente. Pero sé que no, que va a ser igual. La misma jodida y asquerosa rutina de siempre.
Me ruge la barriga, y me escuecen los cortes. Están demasiado recientes. Pero no importa.
Y finalmente me quedo dormida. Sin saber que esta vez me equivocaba. Y que por primera vez en muchos meses, las cosas iban a cambiar.
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Adolescente en ruinas.
Genç Kurgu(Hay personas que dejan huella, otras dejan cicatrices.) Álex era de los que llegan de pura casualidad, con una pedazo sonrisa, dispuestos a todo, capaces de sacarte del puto infierno. Y sobre todo, pisando fuerte y dejando huella. Sin importar cua...